Texto de una paciente psiquiátrica intentando describir su enfermedad.
“Es como si una fuerza se apoderara de la sangre en tus venas y comenzara a hacerse dura, cada vez más y más espesa, luego un mar de vapores putrefactos se elevarán hasta la parte trasera de tu cabeza y se concentrarán ahí para nublarte la vista y cortar tu respiración, es silencio en todos los sonidos, cansancio del color y de la forma, es ganas de olvido y memoria fotográfica, es lo indecible de los códigos, la duda y la incertidumbre del acontecer cercano, de lo cotidiano. Ellos no se dan cuenta, nadie se da cuenta, no saben nunca lo que pasa, porque en sus rostros nada pasa, pero aquí es distinto, es como si una vorágine atravesara tus poros, y en cada uno apareciera un nuevo caos. La mente quiere destruirlos, hacerlos entrar en razón, y así comienza el horrendo trabajo del espanto, nada tiene acomodo, todo parece distante, extraño y maligno… sólo queda intentar huir.”