La cerveza, ese pequeño placer para personajes peculiares como yo, puede ser un gran acompañante durante la comida o una bebida refrescante en tiempos de calor excesivo, pero también un verdadero deleite cuando se trata de un producto de alta calidad. Tomar una buena cerveza puede ser un gusto refinado en un mundo donde la industria cervecera se ha constituido más como un ente comercial que como un oficio, al menos durante los últimos siglos. Sin embargo, para nuestra fortuna, aún existen cerveceras que nos brindan la oportunidad de degustar una cerveza fabricada con procesos e ingredientes artesanales.
Ubicados en la delegación Gustavo A. Madero, Cervecería Maleficarum es un proyecto que, a pesar de su corto tiempo y una cada vez más extensa competencia, nos muestra que hacer buena cerveza artesanal aún es posible. Actualmente con 6 estilos diferentes (Blonde Ale, Irish Stout, Red Ale, Stout, Pale Ale y New England IPA), Maleficarum es una productora 100% nacional que usa ingredientes mexicanos en la mayoría de sus procesos, contribuyendo a pequeños productores de distintas latitudes del país como Oaxaca.
Sin afán de colgarnos un milagrito ni parecer pretenciosos, podemos decir que se trata de un proyecto con un gran potencial gracias a las ideas de Óscar Hernández, director y creador del concepto general de la marca, con el cual tuvimos la fortuna de platicar con una buena cerveza en mano, como se dan las grandes charlas, sobre la creación de Maleficarum, la elaboración de sus productos y algunas de sus proyecciones más cercanas.
¿Cómo surge cervecería Maleficarum?
Esta es una historia que seguramente ya has leído o escuchado en muchos lugares porque es la evolución natural de una marca. Empecé haciendo cerveza. Tomé por ahí un curso; fui, me gustó y como soy alguien a quien le gusta construir desde cero, me pareció interesante empezar a fabricar cerveza, así que comencé. Pero de pronto ya era mucho el volumen de cerveza que hacía; tenía mucha cerveza y empecé a darle a mis amigos, a los que afortunadamente les gustó. Fue así que empecé a solicitarles cuotas de recuperación y se empezaron a volver mis clientes regulares. Entonces decidí poner un precio fijo y comenzar a formalizar, ya que esto da una mayor seguridad a los clientes. Cerveza Maleficarum ya como imagen y como marca surge en ese momento. Tenemos 8 meses constituidos de esta manera. Desde entonces hacemos lo que nos gusta, pero tratando siempre de mejorar.
A pesar del poco tiempo son una marca ya bastante consolidada y me llama la atención sobre todo los nombres de sus cervezas: Insomnia, Radix Malorum, Stigmata, DarkSoul, Filosofem y Vesania. ¿Tienen algún significado en especial?
El concepto general de la marca surge a partir de mis gustos musicales. Desde hace ya varios años soy fan del Black y del Doom Metal, entonces a se me ocurrió nombrar a las cervezas con nombres de canciones o bandas que tuvieran que ver con la escena musical. A veces ha resultado difícil transmitir justo lo que queremos con la imagen, las etiquetas, por ejemplo, pero es lo que tratamos de hacer: transmitir nuestra historia y la personalidad de las cervezas, pero también nuestra propia personalidad. Aún estamos buscando mejorar nuestra imagen, sin embargo, realmente está basada en un interés musical. Al menos cuatro de nuestros estilos son nombres de canciones de Black Metal y nuestra más reciente creación, Vesania, está inspirada en una banda alterna de este mismo género. Lo que buscamos es hacer cervezas de gran intensidad que reflejen justo la fuerza de este género, al menos en la mayoría de nuestros estilos.
Apenas tuve la oportunidad de degustar esta nueva cerveza de la que nos hablas. Platícanos un poco al respecto.
Vesania se trata de una cerveza New England IPA y es parte de nuestra nueva colección. Tenemos pensado lanzarla a mayor escala en 2021 para que se vuelva otra de nuestras cervezas de línea, aunque actualmente ya tenemos disponible un lote pequeño listo para distribuir. Se trata de una cerveza muy conceptual, lo que se refleja incluso en su etiquetado. Pero no es la única cerveza que sacamos como lote especial, apenas en septiembre sacamos una American Pale Ale de tequila con romero; realmente fue un lote pequeñito casi para clientes muy cercanos. Y actualmente estamos trabajando en una cerveza de “guarda” que se va a añejar en barriles de Bourbon, coñac y escocés. Será añejada durante un año y va a ser nuestra cerveza navideña de edición especial.
¿Cuáles han sido los inconvenientes o percances que, como una cervecera independiente, han encontrado hasta ahora?
Lo económico sin duda ha sido un reto, como con casi cualquier proyecto, pero creo que el mayor reto ha sido el mercado. Aunque ya hay cierto auge en la cerveza artesanal a nivel nacional, son las productoras más grandes las que han acaparado la atención. Aunque realmente ya hay mucho conocimiento sobre lo que es la cerveza artesanal, hay un mercado mucho más comercial que es generalmente el que demanda la gente. Nuestra cerveza, por ejemplo, no es filtrada y eso puede ser un problema para los que no saben exactamente de qué se trata; sin embargo, nosotros apostamos por una buena cerveza con procesos artesanales que den como resultado una gran calidad. Por otro lado, tratamos de experimentar mucho y eso también es un reto, sobre todo con el mercado un poco más tradicional, pero creemos que se trata de un reto permanente: tratar de mantener un estilo y generar un mercado a partir de procesos serios, pero no tan comerciales. Un último reto considero que es la profesionalización del oficio cervecero. Aquí en México realmente no hay un nivel profesionalizante, sin embargo, hay muy buenas escuelas con diplomados que permiten hacerse de cierta formación y adentrarte de lleno en procesos químicos y hasta matemáticos para tomar en serio las cosas. Eso es lo que hemos tratado de hacer en Maleficarum, queremos que nuestra cerveza sea lo suficientemente buena y compleja para llegar a ser un producto de gran calidad.
¿Qué es lo que sigue para Maleficarum en un futuro cercano?
Aunque nuestra apuesta es no llevar los productos a una comercialización masiva, sí estamos buscando distribuir en restaurantes, bares y lugares afines. No estamos cerrados a distribuir en lugares como centros comerciales o alguna cadena de autoservicio, pero no es algo se te tenga planteado en el business plan de manera inmediata, sobre todo porque no queremos comprometer la calidad de nuestros productos. Además, nos gusta mucho la venta directa con los clientes ya que nos permite tener un mayor acercamiento a sus intereses e incluso platicar con ellos sobre nuestros productos y procesos. Nos gusta mantener vínculos estrechos con nuestros clientes. Maleficarum hasta ahora sigue siendo un proyecto que se está consolidando, y aunque por ahora no podemos decir exactamente en dónde nos vemos en unos años, porque como todo proyecto se irá reconfigurando sobre la marcha, parte de nuestras metas a corto plazo son seguirnos posicionando como marca y tener una constante mejoría con el paso del tiempo.
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