Desperté con este argumento en la cabeza: Un hombre es perseguido por otro, por venganza. Los motivos no son claros. El perseguido no se siente culpable, sino agraviado y amedrentado. Su persecutor es poderoso y lo acosa largos años, de maneras diversas. Amenaza su vida continuamente. El persecutor vive permanentemente frustrado pues no consigue su objetivo. El perseguido siempre huye; es escurridizo e ingenioso. Una noche, el perseguido, harto de su situación vence sus miedos y decide asesinar a ese que le asfixia constantemente. Logra llegar a su habitación mientras duerme y lo hiere de muerte. El persecutor no despierta ni emite sonido. Muere como hundiéndose en un sueño cada vez más profundo, mientras el mundo del perseguido se desvanece; y él también.
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