El ritmo de los aconteceres cotidianos disfraza la fugacidad de los instantes, al mismo tiempo que nos recuerda que todo lo que somos y poseemos se encuentra perpetuamente diluyéndose, desgastándose, desvaneciéndose…
Resulta inevitable el paso de los días, de los años, los inicios o fines de temporadas y la culminación de los ciclos. Es imposible desacelerar a grado cero, pero aún sin eludir al tiempo, podemos encontrar nuevas velocidades; por ello, en esta ocasión Aion.mx trae a sus páginas virtuales una múltiple presentación del rey tiempo: Cronos, con el fin de mostrar algunos de sus diversos compases.