Sobre el surgimiento de la novela negra en el medio literario

Novela negra

Origen de la novela negra

La novela negra es un subgénero de la novela policiaca, surgido en Estados Unidos a finales de la década de 1920, durante la crisis económica que alcanzaría tonos dramáticos en 1929.

A diferencia de la novela detectivesca tradicional (inaugurada por autores como Edgar Allan Poe y Charles Warren Adams, y continuada por otros como Arthur Conan Doyle y Agatha Christie), la novela negra no tiene como escenario salones victorianos, sino, muy probablemente, sórdidos edificios y calles de alguna urbe que conforma un personaje más, pues presenta características distintivas que causan un efecto melancólico. Al trasladarse de un punto a otro buscando resolver un caso, el detective de una novela negra, nota o expone rasgos de la decadencia de la sociedad, como su hipocresía, corrupción, violencia, fealdad, injusticia, etcétera.

La psicología del detective, los criminales y las víctimas, es otro factor que distingue a la novela negra de la novela criminal tradicional, dado que, en tal subgénero, se profundiza más en la mente, resultando personajes complejos que hacen imposible distinguir los límites entre el bien y el mal.

En gran medida, la novela negra tiene su origen en la literatura pulp, que consistía en revistas económicas vendidas en Estados Unidos durante el primer tercio del siglo XX, realizadas con la pulpa o residuo del papel de imprenta, las cuales eran ilustradas sin muchas pretensiones y, escritas del mismo modo. El principal objetivo de la literatura pulp, era causar impacto. Los temas tratados en las revistas pulp consistían en detectives, invasores del espacio, relaciones amorosas, el viejo oeste, lo sobrenatural y lo horroroso, siempre con un fuerte acento de violencia y sexo. En este contexto, la literatura detectivesca ganó un turbio matiz, admitiendo elementos como, vicios, pasiones o tormentos de los personajes, más una perspectiva social crítica.

Así, con un estilo crudo e impactante, entre 1920 y 1940, autores como Dashiell Hammett y Raymond Chandler comenzaron a publicar historias de ficción detectivesca –sobre todo en la revista pulp, Black Mask–, dando nacimiento al subgénero literario que ahora nos ocupa: la novela negra, llamada así por su sombría temática y por tener su origen en la mítica Máscara Negra.

Autores que fundaron la novela negra

Dashiell Hammett, pionero de la novela negra

Dashiell Hammett fue un cuentista, novelista y guionista estadounidense, que ha trascendido en la historia de la literatura como padre de la novela negra. Hammett nació en una granja al sur de Maryland, en 1894, pero creció en Filadelfia y Baltimore. A los 13 años abandonó la escuela y a los 21 ingresó en la famosa Agencia Nacional de Detectives Pinkerton, en la cual realizó labores como Agente operativo o detective privado, desde su ingreso en 1915, hasta 1922.

Al estallar la primera guerra mundial, Hammett se unió a un cuerpo de voluntarios y acudió con ellos a Francia, donde realizaron labores de transporte de los aliados heridos. Sin embargo, en Francia cayó gravemente enfermo, primero con gripe española y luego con tuberculosis. Por causa de tales males, fue enviado a un hospital en Estados Unidos, donde conoció a la enfermera, Josephine Dolan, con quien se casó poco después.

A pesar de haber recibido una temprana licencia del ejército, Dashiell vivía perturbado por sus recuerdos de la guerra, y además era alcohólico. Por otra parte, él y Josephine estaban por tener un segundo hijo y necesitaban más dinero para cubrir sus gastos. Con esto presente, Hammett intentó ser creativo publicitario, pero no funcionó. Luego intentó convertirse en literato, valiéndose de sus experiencias como detective privado, pues en aquel entonces no sólo realizó trabajo de campo; también escribía minuciosos reportes de los hechos, para sus clientes. Así, con un estilo conciso, gran calidad y realismo, comenzó a publicar historias de ficción detectivesca en la revista, Black Mask, dando nacimiento a un subgénero literario: la novela negra. En la revista mencionada, entre 1922 y 1934, este autor publicó 65 cuentos y cinco novelas que le valdrían gran prestigio literario, tituladas: Cosecha roja (1929), La maldición de los Dain (1929), El halcón maltés (1930), La llave de cristal (1931) y El hombre delgado (1934).

Al leer la obra de Hammett es notorio que se trata de alguien que conoce lo que escribe, en el centro de una crisis social, anegado en un pesimismo generalizado. Uno de los personajes principales del autor, el detective Sam Spade, personifica conflictos éticos que traspasan las capas de la sociedad, afectando a pobres y ricos. Spade también ha quedado para la posteridad como un arquetipo de personaje de novela negra, al igual que la estructura de las obras que protagoniza, entre otros elementos planteados por este autor.

En 1934, Dashiell publicó su última novela, para no escribir más. Desde entonces hasta su muerte, en 1961, se dedicó al activismo político de izquierda.

Raymond Chandler, el intelectual de la novela negra

Este escritor de novela negra nació en Chicago, en 1888. Cuando era niño, sus padres se divorciaron; él permaneció con su mamá y, a su papá no lo volvieron a ver. Cuando Raymond cumplió ocho años, su madre lo llevó a vivir a Inglaterra, con el fin de que recibiera una buena formación literaria. Así, ingresó en el prestigioso Dulwich College, en Londres, de donde han egresado algunos escritores notables.

Allí, Chandler estudió a los autores clásicos y modernos, hasta 1905, cuando viajó a Francia y Alemania, volviendo a Inglaterra hasta 1907. Por entonces, se nacionalizó británico e intentó ser almirante, pero la vida militar le resultó imposible. También buscó incursionar en el medio periodístico, y ello le dio trabajo como reportero en el London Daily Express y la Bristol Western Gazette. En esos medios publicó 27 poemas y un relato, hasta cumplir 24 años, cuando volvió con dinero prestado a Estados Unidos, para radicar en Los Ángeles con su madre.

Buscando alternativas laborales, estudió contabilidad por correspondencia. No obstante, en 1914 estalló la primera guerra mundial y participó en ella como soldado de trincheras, en el frente francés. Su ascenso a piloto estaba cercano cuando terminó la guerra y volvió a California, para ejercer como contador. La madre de Raymond murió en 1924, cuando él tenía 36, y ese año se casó con Pearl Cecily Bowen, una mujer con quien había salido antes y después de que fuera divorciada, 18 años mayor que él, a la cual su mamá desaprobaba.

Llegado 1932, ya había conseguido colocarse como vicepresidente de un importante sindicato de la industria del aceite, pero fue despedido por su alcoholismo, ausentismo, y por sus amoríos con las secretarias. Teniendo 45 años, en 1933, desempleado y en el corazón de una crisis económica histórica, Chandler se determinó a escribir relatos de ficción criminal, para así vender sus historias a las revistas pulp.

Entre 1933 y 1939 escribió 19 relatos y, entre 1939 y 1958, siete novelas, tituladas: El sueño eterno (1939), Adiós muñeca (1940), La ventana alta (1942), La dama del lago (1943), La hermana pequeña (1949), El largo adiós (1953) y Playback (1958). Al igual que en el caso de Dashiell Hammett, la revista Black Mask fue la plataforma que impulsó la carrera literaria de Chandler. De hecho, él afirmaba que inició imitando el estilo de Hammett, aunque es evidente que más adelante consolidó una narrativa propia, en la cual destacan sus ingeniosos y cáusticos diálogos, cargados con ironía y cinismo.

Acerca de la pluma de este autor, se dice que elevó el nivel literario de la novela negra. El detective planteado por Chandler, siendo un sujeto honrado e incluso idealista, tiene la capacidad de hacer una crítica ingeniosa y mordaz de la sociedad americana, a la cual encuentra ambiciosa e injusta.

En 1950, este autor publicó una reflexión acerca de la naturaleza y las características de la novela policiaca, con el título: El simple arte de matar. Por ese tiempo también le ofrecieron trabajo en Hollywood para realizar la adaptación de un guion, pero, desde la muerte de su esposa, en 1954, su alcoholismo recrudeció, así como su tuberculosis y su depresión. Chandler murió en 1959 por causa de una neumonía.

Dos novelas negras arquetípicas

El halcón maltés, de Dashiell Hammett

En este libro es contada la historia de una estatuilla con forma de halcón, obsequiada por los caballeros de la Orden de Malta al emperador Carlos V, la cual fue robada y extraviada durante cientos de años, hasta convertirse en un mito del arte. No obstante, después de numerosas peripecias, el halcón maltés reaparece en San Francisco, en una investigación del arriesgado pero asertivo, Sam Spade, quien sólo carece de escrúpulos al buscar respuestas; éste es un detective observador, frío y hasta cruel, pero ávido de justicia. Acerca de su propio personaje, Hammett ha dicho que Spade no está inspirado en alguien de la vida real; más bien, lo describe como el ideal al que aspiran todos cuantos se dedican a investigar y hacer trabajo detectivesco, porque es capaz de adaptarse a cualquier situación y obtener lo mejor de las personas, sean testigos, criminales o clientes.

El sueño eterno, de Raymond Chandler

El sueño eterno cuenta la historia del carismático detective privado, Philip Marlowe, quien es contratado por el viejo y acaudalado general Sternwood para investigar un caso de chantaje que involucra a su conflictiva hija, Carmen.

Entre su oficina en Hollywood Boulevard y las mansiones de los ricos, Marlowe busca respuestas a sus preguntas y, a la vez, presenta la sociedad en que está circunscrito, la cual le parece hipócrita. El laberinto extendido delante de Marlowe es cada vez más sombrío. Una peculiaridad del detective planteado por Chandler, consiste en ser un sujeto idealista, con la capacidad de realizar una crítica ingeniosa de la sociedad americana.

Cuando Marlowe cree que el caso de Sterwood es sencillo, ocurre un tiroteo. El chantajista es baleado en su departamento. Al llegar al lugar, Marlowe descubre que Carmen se encuentra ahí, desnuda e inconsciente, inmersa en el misterio del entonces enigmático caso Sternwood. 

Sobre la novela negra en la actualidad

El caso de Sobre los huesos de los muertos, de Olga Tokarczuk

Hoy, la novela negra es un subgénero de la literatura sumamente desarrollado y solicitado; sus figuras y motivos han variado en manos de una inabarcable cantidad de escritores consagrados y emergentes, de modo que cada año hay sorpresas para quienes gustamos del giro detectivesco. Como ejemplo, baste mencionar la recientemente traducida al castellano Sobre los huesos de los muertos, de la polaca Olga Tokarczuk, quien recibió el premio Nobel de Literatura en 2018. La trama de este original thriller se desarrolla en un pequeño pueblo ubicado en la frontera entre Polonia y Chequia, mismo que es casi completamente deshabitado durante el invierno. Janina Duszejko es una de las pocas personas que viven allí durante todo el año, por lo que queda al cuidado de varias casas y se dedica a realizar caminatas constantes por el lugar, observando y denunciando la crueldad de los cazadores furtivos, quienes, sólo por diversión, matan animales indiscriminadamente. Estas son las circunstancias cuando la tranquilidad del invierno se ve interrumpida por la misteriosa muerte de “Pie Grande”, vecino y cazador del poblado, a la cual siguen otras muertes, todas enigmáticas y de cazadores furtivos. Con una personalidad desafiante, la señora Duszejko, mujer ecologista, amante y defensora de los animales, obsesionada con la poesía de William Blake y la astrología, intenta dar una explicación a los asesinatos y, de hecho, logra abrirse camino hacia el corazón del misterio, a pesar de que las autoridades la consideran una chiflada.

Volviendo a la situación de las novelas negras actuales, la personalidad de Janina resulta muy refrescante y original dentro de un giro literario sobreabundado por mujeres personificadas jóvenes, delicadas, bellas y casi siempre existiendo en relación a un hombre. Pero el personaje creado por Tokarczuk es una mujer de avanzada edad, fuerte, con una ética bien definida, sin temor a hacerse escuchar. Así, esta novela desarrolla situaciones actuales, como la actitud destructiva y cruel que la humanidad expone ante la naturaleza.

A modo de conclusión, diré que la novela negra en la actualidad presenta casi todo tipo de perspectivas y misterios, por lo cual recomiendo la exploración de este subgénero, si aún no has leído sus obras; probablemente en esos anaqueles hallarás algo especial para ti.

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