Sobre el erotismo en la obra de Fernando Botero

erotismo en Fernando Botero

Resumen: En este artículo es descrito el estilo artístico del dibujante, pintor y escultor colombiano, Fernando Botero (1932-), en relación con el erotismo.

Boterismo: un arte de la memoria

Volumen. Amplias curvas. Cuerpos redondos y relucientes. Al acercarse al mundo de Fernando Botero aparecen estos personajes rechonchos dándole la estocada de muerte a un toro, bailando entre colillas y botellas, siendo prisioneros torturados, trepando por los tejados de Medellín o simplemente posando a la sombra de unos bananos.

Para entrar en el universo de Botero es interesante conocer que el artista no pinta del natural, es decir, no trabaja frente a un modelo, pues considera que esto coartaría su libertad y disminuiría la intensidad de la sensación conservada en su recuerdo; sus pinturas no están basadas en la contemplación directa del paisaje o la gente, sino en su perspectiva de la realidad. [1]

La imaginación y la memoria tienen un papel predominante en el arte de Botero. Su actividad descubre imágenes distintas a lo que se muestra, que al ser identificables por medio de un estilo fantásticamente definido, se transforman en una apertura perceptible de la realidad, de la que entonces se asoman y escapan estos robustos bailarines, toreros, ladrones, militares, prostitutas, políticos, etcétera.

[Las obras de Botero] no son producto de un acto únicamente visual; son el resultado de sensaciones táctiles, gustativas, auditivas y olfativas experimentadas por el artista, y trasmitidas al observador a través del tratamiento de las texturas, del cromatismo, de la sensualidad de la redondez, de la monumentalidad del todo y de cada uno de los detalles. [2]

El erotismo de la redondez

Fernando Botero suele ser referido como un miniaturista dentro de colosales volúmenes; la imponencia de su trabajo transgrede rotundamente a lo común, sin dejar de atender aun a los elementos más pequeños de los cuerpos: estos flotan en la atmósfera de dilación con que se genera un arte de la caricia, en el cual la mirada se desliza, deteniéndose aquí y allá en las estupendas minucias que dan superficie a un burdel, una intricada selva o la piel de sus desnudos. Gilbert Lascault ofrece una interesante perspectiva respecto a lo dicho:

La seducción y las caricias se toman su tiempo. Tienen tiempo. Se demoran. Se pierden. Callejean. Zascandilean, aunque en ciertos momentos se apresuren, ataquen por sorpresa, aprovechen la buena suerte, la ocasión feliz. Las caricias y la seducción están al lado del instante rollizo tal como lo representa Botero. […] Les gusta lo convexo, que nunca es el camino más corto de una zona erógena a la otra. [3]

Botero, un pintor latinoamericano

No es de extrañar que a este pintor y escultor se le relacione con estilos o movimientos tales como el realismo mágico o el muralismo mexicano de los años 50. Tales formas de expresión cobraron densidad gracias al arte de la memoria y la ensoñación; la mirada deviene entre el pasado y el presente, atravesando a la percepción actual y haciendo surgir en el objeto artístico ya no una representación realista del modelo de estudio, sino una temática que encuentra toda su fuerza en metáforas acerca de la historia de un pueblo, de América Latina, del continente o de cualquier otra situación. El modelo se ha convertido –en creadores como estos– en la plasticidad que el tema halla a través de la imaginación, la inventiva y el recuerdo.

El nombre de Botería, a diferencia del nombre de Macondo, ha sido dado al espacio de representación de la realidad creado por Botero. [Éste] instaura “su” realidad de forma tan particular e ineludible, que no podía menos que recibir un nombre vinculado a su autor: Botería. Un mundo donde la memoria y lo imaginario pertenecen por entero a América Latina. [4]

Notas

[1] González Ruiz, Nubia Janeth. Colombia en la pintura de Fernando Botero. El realismo mágico en el imaginario Boteriano. Tesis inédita para obtener el grado doctoral, Universitat Politècnica de Catalunya, 2006. p. 92.

[2] Idem.

[3] Ibid. p. 124.

[4] Ibid. p. 179.

[5] En: http://www.youtube.com/watch?v=eGIa-9vCSto “Fernando Botero’s ‘Abu Ghraib’” (Consultado el 25 de Febrero 2011).

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