Enseñar ciencia a niñas y niños: seis preguntas para reflexionar

Ciencia y niños

En este escrito se aborda la enseñanza de la ciencia a los niños; para realizar tal análisis, desarrollaré seis preguntas que sirven como eje para la reflexión. 

Antes de empezar es necesario considerar que la ciencia, como actividad humana diferenciada de la filosofía, se origina en el Renacimiento. Por otra parte, como contenido disciplinar, específicamente en el caso de México, la ciencia es incluída en el currículum formal desde la educación primaria. 

La ciencia no se ha mantenido inamovible en la historia de la humanidad y ha evolucionado junto con otras ideas o pensamientos. Dado tal desarrollo, podría decirse que los momentos históricos que ha tenido la ciencia, hoy día pueden verse reflejados en la evolución del pensamiento científico de cada individuo. 

El ser humano es un ser social. Investigadores afirman que la civilización surgió con el desarrollo del lenguaje. Ya en sociedad, una de las finalidades de la educación es transmitir la cultura y los conocimientos que alberga. Considerando estos planteamientos, la autora británica Wynne Harlen (2007) desarrolló varias reflexiones en torno a los niños y la educación científica, mismas que presento de manera resumida a continuación.

¿Cuál es el valor que tiene enseñar ciencia en la escuela primaria? 

La finalidad de la educación es, considerando su nivel o grado, enseñarle a los niños las características del desarrollo científico del que depende nuestra sociedad, porque familiarizarlos con los conceptos e ideas de la ciencia, es necesario para que se desenvuelvan en el mundo actual. Lo ideal es que las escuelas comiencen por los objetivos y hechos que resulten más familiares a los estudiantes. Esta última afirmación implica decidir un orden pedagógico que se relacione con los tipos de razonamiento inductivo y deductivo; es decir, partir de los conceptos a los hechos o de los hechos a los conceptos. Las teorías por sí solas son “[…] muy abstractas y carecen de significado […]” si no vienen emparejadas con situaciones reales que sirvan de vínculo. Conviene comenzar el aprendizaje de las ciencias en la escuela primaria porque puede contribuir en cuatro aspectos básicos de la formación: uno, a la comprensión, considerándola como estructura mental en desarrollo; dos, al descubrimiento de las cosas y la comprobación de las ideas; tres, a integrar conceptos que ayuden a la exploración y la investigación; cuatro, a generar actitudes positivas hacia las ciencias, considerándolas como una actividad humana que los propios niños pueden experimentar. 

¿Cómo son las ideas de los niños respecto a la ciencia?

Las ideas de los niños sobre el mundo se construyen durante los años de enseñanza primaria con independencia de que se les enseñe ciencias o no. A los constructos desarrollados así por los estudiantes, se les llama “Marcos alternativos de referencia”; son el resultado del pensamiento y del razonamiento propio de los niños y les sirven porque estas primeras ideas propias sobre la ciencia son la base a partir de la cual abordan el aprendizaje formal de las ciencias en la escuela. Es cierto que las ideas de los niños a menudo son diferentes de las científicas, pero son un primer momento de la comprensión y la explicación de mundo. Una finalidad de las lecciones formales de ciencias es apoyarse en los marcos de comprensión que los estudiantes poseen hasta ese momento. Es importante que se garantice que las ciencias tengan algún significado real y directo para que los niños se diviertan. 

¿Cómo se relacionan los procesos y los conceptos en el aprendizaje de las ciencias?

Hay una curiosa preocupación en el aprendizaje y la enseñanza de las ciencias, pues, si el niño es inquisitivo por naturaleza, puede ocurrir que durante la educación básica, al enseñarle las técnicas y métodos científicos establecidos, pierda aquella curiosidad y creatividad original que poseía. No obstante, aunque en los años de formación escolar se considere a los niños y niñas como mentes en blanco que hay que llenar con procedimientos dados, en realidad ello no ocurre así, pues, a su modo, aun los estudiantes más jóvenes de la escuela primaria ya observan, se cuestionan, hacen hipótesis y formulan conceptos propios, mismos que relacionan activamente con los modos de investigación que los maestros y las maestras les enseñan. Por estos motivos, un buen profesor de ciencias será quien tenga en cuenta que la mente de los menores no está vacía, sino llena y en desarrollo por sí misma, lista para corroborar o refutar saberes. Esto es el aprendizaje comprensivo.

¿Cuál es la naturaleza de la actividad científica? 

Sin duda, no se ha descubierto todo sobre la realidad. Aun así, es menester recalcar que un maestro debe ser especialista en su área de enseñanza. En el caso de un profesor de ciencias, debe tener clara la propuesta metodológica de su programa de estudio y sobre todo habrá de desarrollar en cada estudiante prácticas de indagación que estén más allá de, únicamente, la conceptualización. Además, anticipadamente han de ser revisadas las características de la ciencia; primera: el mundo físico que nos rodea es la autoridad suprema; segunda: la ciencia tiene que ver con la relación de datos observados para poder establecer predicciones; tercera: la comprensión de las teorías no es inmutable; cuarta: la ciencia es una tarea humana que depende de la creatividad y de la imaginación.

¿Cómo se prueban las teorías científicas en la realidad misma? 

Partamos de que, tanto para aprender como para hacer ciencia, se tiene como objetivo la comprensión. Comprender significa tener una explicación de los hechos a partir de lo cual puedan hacerse predicciones que se ajusten a las pruebas disponibles. Si las observaciones para comprobar las predicciones concuerdan con los datos, entonces no es necesario modificar la teoría, suponiendo que los datos sean confiables. Y si la predicción no coincide con lo observado, entonces debe ajustarse la teoría. Las teorías representan las visiones más perfectas, pero sólo son etapas del conocimiento humano destinadas a pasar. Toda teoría es provisional, pues se mantiene como una hipótesis para que en cualquier momento pueda modificarse a la luz de nuevas informaciones u observaciones.

¿Quiénes pueden hacer ciencia y por qué? 

Los humanos hacemos construcciones mentales para explicar la realidad. Cuando estas construcciones mentales son compartidas puede tratarse de conocimiento vulgar, conocimiento religioso, conocimiento metafísico o conocimiento científico. De una y otra forma las ideas dan sentido a las experiencias que tenemos. La ciencia puede ser hecha por el ser humano porque la curiosidad, la imaginación y la elaboración de ideas son efectos de nuestra naturaleza, los cuales nos han conducido hasta contar con los conocimientos que poseemos en la actualidad.

Bibliografía

Harlen, W. (2007) “Las ciencias y la educación de los niños” en: Enseñanza y aprendizaje de las ciencias. Madrid, España. Morata. (pp. 15-28).

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