Mujeres y feminismo en las comedias ganadoras de los Emmy

Girls just wanna have fun

Debo advertir al lector que el presente ensayo contiene más de un spoiler, pues se devela información que podría arruinar, si no se han visto todavía, cada una de las series y shows televisivos que he elegido para hablar sobre las mujeres creadoras y protagonistas de las comedias más exitosas en los últimos años.

Ciertamente la comedia ha cambiado muchísimo desde los primeros shows televisivos de los años cincuenta hasta el éxito en streaming de propuestas novedosas en cuanto a la representación de la mujer y lo femenino. El contexto que recibe estas producciones está influenciado por las distintas discusiones que envuelven al nuevo momento del feminismo que se está viviendo con creces en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica.

Este contexto ha obligado a que las creadoras y protagonistas de series como Fleabag y The Marvelous Mrs. Maisel realicen ciertas aclaraciones sobre cómo se relacionan sus personajes y ellas mismas con el feminismo; cuando son cuestionadas por ciertas escenas realizadas, por los defectos o falta de cualidades en sus personajes e incluso por diálogos o chistes concretos.

Prestar atención a las mujeres y sus distintas representaciones en series de comedia nos permite ver que estas no son dadas sino construidas por medio de lo narrativo y lo discursivo.

Espero que al final de este ensayo se puedan distinguir los elementos que componen la representación de personajes femeninos que, incorporándose en cierto imaginario a la hora de hablar sobre las mujeres, la comedia y el feminismo, se han ganado el cariño del público.

Fleabag o las mujeres desagradables

—“¿Cuál es la pregunta que más odias que te hagan?”

—“¿Cómo es ser una mujer en la comedia?, ¿cómo es ser una mujer en esta industria?, ¿cómo es ser una mujer?”[1], contesta en una entrevista la comediante británica, Phoebe Waller Bridge, creadora y protagonista de Fleabag; la serie ganadora de los Emmy 2019 por Mejor comedia, Mejor guion y Mejor actriz de comedia. A pesar del rotundo éxito del programa tras su estreno en 2016 mediante BBC Three en coproducción con Amazon Studio, su creadora luego de dos temporadas ha decido tomarse estos premios como “una bonita despedida”.

La serie es sobre una joven londinense que se desenvuelve sin tapujos frente a su familia, sus amigos, sus parejas sexuales y, especialmente, con la audiencia. Desconocemos el nombre de la chica; pero ella nos deja entrar en su vida y nos permite ver lo que realmente piensa con gestos y aclaraciones dirigidos exclusivamente a nosotros. “Romper la cuarta pared”, le llaman algunos a este recurso que recuerda también la dinámica del stand-up; cuando los comediantes intercambian guiños al público mientras nos tienen sumergidos en la anécdota.

Originalmente Fleabag es un monólogo que fue presentado en 2014; al parecer, inspirado por el reto de una amiga a Waller, el cual tuvo presentaciones en Londres. El origen del título es el apodo de la actriz de parte de su familia; pero también el diccionario de Cambridge define el término “fleabag” como: “a dirty an/or unpleasant person or animal”. Ciertamente la protagonista es desvergonzada y para algunos resulta antipática debido a su descaro, otros quizá la vean como alguien a quien quisieran como amiga, pero sabiendo que nunca podrían ser como ella. Es posible definirla como una “anti-heroína”; a lo largo de la serie la vemos mentir, robar, burlarse de los demás y manipular a quienes la rodean, siempre sin remordimientos y buscando su propio beneficio.

Cuando entramos a la vida de Fleabag el personaje se encuentra enfrentando una pérdida reciente. Esto se nos devela poco a poco; pero su carácter no es consecuencia de esto, sino todo lo contrario. A la par se nos presenta a su familia; una hermana mayor perfecta y ejemplar, una madrasta nefasta interpretada brillantemente por Olivia Colman (para quien fue escrito el personaje) y un padre más bien distante que ve en su hija a su descarada y cruel, difunta esposa. Una foto familiar que pareciera dar más para el drama que para la comedia; pero es que todo es cuestión de perspectiva.

Actualmente la serie goza de una excelente recepción y crítica de parte de los medios más prestigiados, pero ¿cómo es que pudo llegar a los Emmys una “dirty, pervy, angry, messed up woman”, como la describió la propia Waller? Antes de seguir hablando de esta mujer tan singular, sería bueno detenernos en sus predecesoras.

La maravillosa Sra. Maisel

Antes de Fleabag estuvo The Marvelous Mrs. Maisel, serie estadounidense de drama y comedia ambientada a finales de los años 50s y principios de los 60s, con una madre y ama de casa judía del Upper East Side como protagonista; quien tras la infidelidad y abandono de su esposo decide contar su tragedia en el escenario haciendo ni más ni menos que stand-up en el club nocturno The Gaslight ubicado en el centro de Nueva York, el cual como muchas de las referencias en la serie, realmente existió.

Escrita y producida por el dúo dinámico de Amy Sherman-Palladino y su esposo, Daniel Palladino, esta comedia rompió el récord en la emisión de los Emmys de 2018 al llevarse ocho premios de veinte nominaciones, incluyendo: Mejor actriz protagonista, Mejor actriz de reparto y Mejor serie de comedia. Estrenada en 2017, actualmente está renovada para una cuarta temporada en la plataforma Amazon.

Miriam Midge Maisel o solo “Midge” entre sus seres queridos, es una ama de casa judía de veinticinco años, con una especialidad en literatura rusa, casada y con dos hijos, que vive en un departamento en Manhattan, y a quien su esposo ha dejado por su secretaria. La confesión de la infidelidad y la decisión de abandonarla, sucede luego de que Joel se presentara con una rutina mediocre de stand-up en el Gaslight.

Ante el shock de este final desproporcionado en una noche de diversión que parecía como tantas otras escapadas al centro de Nueva York, mientras sus padres cuidaban a sus hijos en el departamento de arriba; Midge abre una botella de vino que estaba destinada para la ceremonia de Yum Kipur, y en medio de la noche y la lluvia, decide tomar el metro e ir de nuevo al club y subirse al escenario para saber qué es aquello que tanto anhela su esposo. Esa noche, comienza sin querer su primera rutina que la llevará por el camino del éxito en el stand-up. Más tarde, debido a un breve exhibicionismo, Midge acaba en una patrulla junto a Lenny Bruce.

Amy Sherman-Palladino, guionista, directora y escritora estadounidense de origen judío a quien ya conocemos por otra serie de comedia protagonizada por mujeres (Gilmore Girls), realizada también junto a su esposo, ha declarado que Mrs. Maisel no podría existir en un canal de televisión abierta. “Los ejecutivos me darían notas sobre cómo debería ser esta mujer, de que ella tendría que estar cuidando a sus hijos todo el tiempo o harían preguntas como: “¿quién es esa mujer?”, “¿cuál es su mundo?”; en suma, sería imposible pensar a Midge fuera del streaming”.

Según Palladino, la comedia no ha alcanzado el status que tiene el drama. Incluso en los Emmy el premio fuerte de la noche es “serie dramática”, que se anuncia justo después de la comedia. Aun así, la maravillosa señora Maisel se llevó varios a casa y Palladino se convirtió en la primera mujer en ganar los premios a Mejor guion de comedia y Mejor dirección de comedia.

La (in)utilidad de la vicepresidencia

Antes del cinismo de Fleabag y las maravillas de la señora Maisel estuvo Veep, ganadora por tres años consecutivos a la Mejor serie de comedia. El agente de Julia Louis Dreyfus le comentó sobre un show que sería lanzado en HBO acerca de una mujer infeliz y vicepresidente de los EE.UU. Esa descripción bastó para que la actriz preguntara: “¿dónde firmo?”.

Veep son las siglas con las que se conoce y nombra al cargo de vicepresidencia. En este caso la ex senadora Selina Meyer, no se siente cómoda en su puesto de segunda al mando, siendo constantemente relegada en las decisiones importantes y además está sumergida en una relación tensa con el presidente, lo cual la obliga a preguntar diario si él ha llamado a su oficina.

Creada por Amando Iannucci, la serie es una burla a la inutilidad del cargo de vicepresidente y recrea la vida política tras bambalinas con los conflictos que el equipo de Selina tiene que sortear día con día. A lo largo de siete temporadas Selina y sus allegados pasan altas y bajas en las oficinas de gobierno en Washington DC; en todo este tiempo la protagonista es aconsejada y acompañada en sus decisiones, la mayoría de ellas desatinadas, que llevan a consecuencias desastrosas y ridículas en donde vemos a la vicepresidenta culpar a sus asistentes.

Pudiera parecer que el personaje de Selina Meyer es un tanto ambiguo porque generalmente existe un debate ético en las decisiones que toma; pero conforme se va acercando a su meta, Selina va mostrando frialdad ante los obstáculos que se le presentan y distanciamiento con las personas que la apoyan. En el final de Veep, dividido en dos capítulos durante la última temporada, tenemos un reencuentro de los personajes que estuvieron desde el día uno con la vicepresidenta; todos siguen en la política; sin embargo, apoyan a otros candidatos.

La política se trata de saber negociar; llegado un punto los personajes lo hacen y esto catapulta a Selina a su mayor anhelo: ser la primera mujer presidente de los Estados Unidos. El precio es bastante alto, pero en la recta final no queda tiempo para arrepentimientos o corazones blandos. Selina incluso deja ir a Gary, su más fiel asistente, minutos antes de subirse al estrado para dar su discurso de agradecimiento ante la nominación para competir por la presidencia. En un último atisbo de reflexión, la ex senadora se da cuenta de que lo que está a punto de hacer es injusto, algo demasiado bajo incluso para ella y todo lo que ha hecho; sin embargo, es demasiado tarde.

En un salto en el tiempo, la serie nos muestra a todos los personajes reunidos de nuevo en el funeral de Selina Meyer, expresidenta de los Estados Unidos de Norteamérica, recordada por liberar brevemente lo que antes fue la nación del Tíbet. Y también por prohibir el matrimonio entre personas del mismo sexo y quien solo estuvo en el puesto durante un periodo de elección. Algunos “rivales del pasado” se despiden de ella con desdén o lástima; en el último minuto aparece Gary, quien comenta: “Odiarías las flores, pero traje el Dubonnet”, un lápiz labial descontinuado que estaba reservado para el día del discurso de triunfo de Selina en las elecciones presidenciales, en el cual Gary ya no estuvo para aplicárselo.

Al final de Veep, no queda lugar a dudas de que Meyer es despiadada y egoísta; los pocos ideales que preservaba al inicio se fueron perdiendo en el camino por el poder; el castigo será el olvido y su intrascendencia política; podría decirse que es igual que todos, pero ¿acaso debía ser diferente por el hecho de ser mujer?

Dreyfus se muestra de acuerdo con el final de la serie, que, no exento de polémica, es calificado por ella como “congruente” con la evolución del personaje: “Selina logró lo que ella pensaba que quería y al hacerlo renunció a las personas más importantes para ella”. La actriz a la que también recordamos por personificar a la divertida Elaine Benes de Seinfeld o por su protagónico en The New Adventures of Old Christine, confiesa que extrañará interpretar a una mujer tan emocionalmente desenfadada como Selina Meyer.

Si bien a lo largo de la serie nunca se esclareció qué bando representaba Selina, si demócratas o republicanos, pareciera que el final de Veep se ajustara al contexto político que se vive actualmente: una figura presidencial que detenta el poder a costa de todo.

Comedia y feminismo

Phoebe Waller-Bridge ha declarado que, al igual que su personaje, tiene una relación compleja con el feminismo: “(Fleabag) se siente vulnerable frente a él y no entiende sus reglas; ella sabe en sus huesos qué es lo que quisiera llegar a ser o identificarse como feminista; pero siente que decepciona al feminismo todo el tiempo”.[2]

Esto respondió la creadora y protagonista de Fleabag al ser cuestionada por el chiste que aparece en el capítulo cuatro de la segunda temporada, cuando la protagonista confiesa: “I sometimes worry that I wouldn’t be such a feminist if I had bigger tits”.[3]

Esta fue la línea que inició la polémica en torno a la serie y el feminismo. Waller-Bridge declaró: “no sé bien cómo describir esta broma, era un chiste que tenía algún tiempo pegado en mi pared de post-it; pero se sentía honesto. Fleabag se sorprende a sí misma por este pequeño y sucio secreto que tenía guardado, ella desearía ser más perfecta y eso se siente como una afrenta al feminismo mismo”.

Al preguntarle por su propia postura, la creadora confesó que es muy parecida a la de su personaje. Recuerda la escena del primer capítulo de la serie en el que Fleabag y su hermana Claire asisten a la conferencia titulada “Las mujeres hablan”, y la experta, antes de entrar propiamente en materia, provoca a su auditorio en busca de respuestas:

“Please raise your hand if you would trade five years of your life for the so-called perfect body[4]. Fleabag y Claire son las únicas en levantar las manos. La gente murmura. Pronto se esconden entre sus asientos, se miran avergonzadas la una a la otra y la primera susurra: We’re bad feminists.[5]

“Es poderoso porque es honesto; pero al mismo tiempo se siente como que está dejando algo de lado y que no sabe realmente cuáles son las reglas; pero sí que se preocupa por las mujeres, por la equidad y los principios básicos del feminismo. Después, sin embargo, se siente asustada por tonterías y por las trampas de ahí afuera. Incluso para mí ser cuestionada respecto al tema hace que se me acelere un poco el corazón”, finaliza Waller.

Fleabagsin duda es un personaje que deja entrever la complejidad de una mujer que se pregunta su lugar en el mundo al mismo tiempo que se descubre a sí misma. No es un personaje común a lo acostumbrado en las representaciones del “ser mujer”, se trata de una mujer cínica y egoísta que no teme ser ella misma, pero que se encuentra lidiando con las consecuencias de sus decisiones, tratando de entender y disfrutar el mundo que le rodea y seguir adelante con su vida sin tampoco olvidar a quienes ya no están. En el fondo, es una romántica irremediable.

Una de las críticas recurrentes que acompaña a la maravillosa señora Maisel y el feminismo es la falta de evolución en su personaje. En más de una crítica se ha señalado la carencia de obstáculos reales para Miriam, otros señalan que la serie se torna aburrida porque el personaje se estanca y otros más apuntan que esto se debe a que no es alguien que pueda enfrentar retos “reales” pues se trata de una mujer blanca y privilegiada que busca sortear sus propios obstáculos sin mirar demasiado su propio lugar de ventaja.

Para los que han calificado a la serie como feminista la respuesta ha sido que en cualquier caso se trata de un “feminismo blanco”, o peor, un tributo al mismo en el cual las mujeres solo se preocupan por perseguir sus propios intereses. Así lo declara Fei Wang, una crítica de cine y televisión que afirma que incluso Midge resiente a quienes son más privilegiadas que ella, dando otra perspectiva al encuentro entre Sophie y Miriam, en el cual esta última desprecia sus consejos para sobrevivir al mundo del entretenimiento, exhibiéndola horas después en su número de stand-up.[6]

Wang no solo habla sobre este episodio entre Lennon y Maisel, sino que explora otras inconformidades sobre la serie como su excesiva idealización a los años 50s en Estados Unidos; sin racismo, sin pobreza, sin desigualdad. ¿O es que esto es ajeno a la cabeza de Midge? Todo a su alrededor pareciera salido de un musical, incluso la presencia de las mujeres cercanas a ella no hace sino resaltar lo “perfecta” que es. Al final, la señora Maisel, aunque enfrenta el “ser mujer comediante”, no pisa verdaderos escenarios que la pongan a prueba. Aun así, existe también la defensa a la encantadora Miriam, porque si bien es ingenua y privilegiada eso no quita que sea compleja y entrañable.[7]

En la serie Veep, Selina Mayer ve como debilidad el presentarse como mujer: “la gente no puede saber eso, a los hombres no les gusta eso y a las mujeres que odian a otras mujeres tampoco”[8]. El género de la vicepresidenta no es un tema relevante durante la serie; la vemos referirse al feminismo en el último capítulo al formar parte de su estrategia política y nada más, cuando precisamente manipula a otra mujer para que confiese el abuso sexual que su jefe cometía contra ella, el cual al igual que Selina compite por la nominación a la presidencia. El escándalo es inevitable, la trayectoria del político está arruinada y el camino de Mayer despejado. Veep deja entrever una sátira al feminismo privilegiado.[9]

El humor como crítica

¿Cómo se representa el feminismo en la comedia?, ¿es útil o deseable burlarse del feminismo?, ¿qué viene para las mujeres en la comedia? Pareciera que al final de este ensayo tenemos más dudas que respuestas.

No es que se tenga que representar el “verdadero feminismo” ni tampoco se trata de dividir simplonamente entre buenas y malas feministas. Creo que el humor y la comedia permiten analizar las representaciones de las mujeres, del feminismo y su dinamismo y en general del “ser mujer”. Descodificarlas y hablar de los sistemas de valores que las envuelven nos lleva a nuevas praxis, aun frente a la manipulación de los propios medios de comunicación, en los que también se encuentran otros resquicios que han contribuido a dar un poco más de justicia a la puesta en escena de los personajes femeninos. Tal vez, al final, como dice Cyndi Lauper, las chicas solo quieren divertirse.

Sin embargo, es importante que revisemos los productos culturales tales como series y películas que ponen en escena cierto feminismo. Hay que distinguir el posicionamiento y la representación del tema, además de verlo en el contexto actual que envuelve al movimiento, que es, al mismo tiempo, tan diverso según las condiciones de lugar, raza, clase social, etc. No se trata de que los programas tengan que teorizar sobre feminismo, por el contrario, es tarea del espectador tener una mirada crítica frente a lo que se le representa en pantalla.

Bibliografía

Donahue, Anne T., Midge Maisel Isn’t the Feminist Hero You’re Looking For—and That’s Okay, 2018.

Kang, Inkoo, Outside D.C., Veep Finds a Worthy New Target: Lean In Feminism, 2017.

Murray, Jenni, Phoebe Waller-Bridge on Fleabag and feminism, 2020.

Scheehey, Maeve, ‘Veep’ is the pinnacle of modern feminism, 2019.

VV.AA., 73 Questions With Phoebe Waller-Bridge, para Vogue YouTube Channel, 2019.

Wang, Fei, The Marvelous Mrs. Maisel and the Celebration of White Feminism, 2018:


Notas

[1] 73 Questions With Phoebe Waller-Bridge, para Vogue YouTube Channel.

[2] Phoebe Waller-Bridge on Fleabag and feminism, en línea.

[3] “A veces me preocupa que no será tan feminista si tuviera tetas más grandes”. N. del A.

[4] Por favor levanten su mano si cambiarían cinco años de sus vidas por el llamado cuerpo perfecto.

[5] Somos malas feministas.

[6] The Marvelous Mrs. Maisel and the Celebration of White Feminism.

[7] Midge Maisel Isn’t the Feminist Hero You’re Looking For—and That’s Okay.

[8] Column: Veep’ is the pinnacle of modern feminism.

[9] Outside D.C., Veep Finds a Worthy New Target: Lean In Feminism.

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