¿Qué es el calentamiento global? Una introducción a este grave problema

En la actualidad, es cada vez más frecuente escuchar el concepto calentamiento global, debido a que es un problema creciente y preocupante; sin embargo, fuera del círculo científico, todavía es un término difícil de comprender, e incluso hay quienes, a pesar de las evidencias, aún lo consideran una mentira para distraer a la población de asuntos más importantes. Por estos motivos considero de suma relevancia explicar de manera adecuada y sencilla en qué consiste este grave problema.

Definición de calentamiento global

El calentamiento global es el aumento progresivo y gradual de la temperatura media de la superficie de la Tierra. Aunque el incremento de la temperatura global puede darse como efecto de los procesos naturales del planeta, durante el último siglo esa elevación ha sido impresionantemente abrupta, sobre todo como consecuencia de las actividades humanas, mismas que han generado una elevación anormalmente exponencial de la temperatura terrestre.

El término “calentamiento global” comenzó a ser utilizado a inicios del siglo XX para referirse al aumento de la temperatura mundial, debido a que fue en esa época cuando los científicos se percataron de la relación entre el incremento de los gases de efecto invernadero en la atmósfera –especialmente Dióxido de carbono (CO2)– y dicho calentamiento.

Gráfica de la concentración de CO2 (azul) en la atmósfera en comparación con el aumento de la temperatura (rojo), por siglo. Fuente: ingenieríaquímica.org

La temperatura de la Tierra y los motivos de su reciente y abrupto cambio

Existen diversos estudios científicos que son un testimonio real y confiable de que el aumento de la temperatura del planeta durante los últimos 150 años ha sido inusual y mayor que en la historia de milenios de la Tierra, siendo cada vez más exponencial y por lo tanto alarmante.

De manera natural, el clima de la Tierra es determinado por tres factores: la variación de la concentración de gases de efecto invernadero, la actividad volcánica y la actividad solar[1]. Nuestra atmósfera, compuesta de gases y vapor de agua, propició un aumento de la temperatura media de la Tierra, la cual (sin atmósfera) sería de aproximadamente -18ºC. La acumulación de gases propició una temperatura media más alta y templada, la cual ha permitido que el clima de nuestro planeta sea adecuado para el desarrollo de formas de vida y diversos ecosistemas; sin embargo, el calentamiento global como consecuencia de la industria humana, está poniendo en riesgo a todo el medio ambiente.

Los estudios demuestran que las temperaturas han aumentado de manera inusual desde finales del siglo XIX y, si bien los tres factores mencionados intervienen, la concentración de gases de efecto invernadero generados por el ser humano, ha sido clave para un violento y peligroso calentamiento terrestre. Cada vez es más frecuente que se rompan los records de temperaturas altas. Los últimos cuarenta años han sido los más calurosos desde 1850 y en la última década las temperaturas alcanzaron máximos históricos. El 2019 se ubicó como el tercer año más caluroso de la historia, mientras que el 2020 quedó posicionado en segundo lugar.[2]

La temperatura en la superficie del planeta ganó un promedio de 1.5°C entre 1880 y 2019; y la superficie de los océanos aumentó 0.11°C, entre 1971 y 2010. No obstante, tal incremento no es homogéneo; hasta ahora se sabe que es mayor al nivel de los polos, pero es igual de grave el impacto que se produce en todo el mundo.

De acuerdo con el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (emitido en agosto de 2021), son muy altas las probabilidades de sobrepasar el nivel de calentamiento global de 1.5 ºC, en las próximas décadas. Además, concluye afirmando que, si no se realizan acciones rápidas, efectivas, drásticas y a gran escala para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, limitar el calentamiento global a un aumento máximo de 2 ºC será un objetivo inalcanzable, por lo que sus consecuencias pueden ser mayores a las estimadas.

Principales causas del calentamiento global

Según los astrofísicos, las variaciones de la insolación y de la actividad solar apenas explican entre el 5 y el 10% del calentamiento actual: el resto deriva directamente del efecto invernadero causado por el incremento de la concentración atmosférica de carbono. Simplificando, podría decirse que, en el pasado remoto, el cambio climático provocaba un aumento del efecto invernadero; hoy es el aumento del efecto invernadero lo que comporta directamente un cambio. [3]

Tanuro, El imposible capitalismo verde, p. 33.

1. Industrialización y crecimiento económico

Una de las principales causas del calentamiento global es la industrialización y la generación de gases contaminantes de efecto invernadero que han provocado que el aumento en la temperatura sea exponencialmente acelerado.

Los gases emitidos por la industria, especialmente el dióxido de carbono (CO2), han modificado los componentes atmosféricos, provocando que la temperatura media del planeta pasara de entre 14.5 y 15ºC, a 16 o 16.5ºC.

Las emisiones antropógenas de gases de efecto invernadero han aumentado desde la era preindustrial, en gran medida como resultado del crecimiento económico y demográfico. De 2000 a 2010 las emisiones registraron un máximo histórico [Record que continúa aumentando década tras década]. Las emisiones históricas han hecho que las concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso alcancen niveles sin precedentes en, como mínimo, los últimos 800 000 años.[4]

OMM y PNUMA. «Informe de síntesis. Cambio climático» 2015.

A mediados del siglo XVIII, momento en que comenzó la industrialización, la cantidad de CO2 en la atmósfera era de 280 ppm[5], lo cual para 1900 ya había aumentado un 26%, es decir, pasó a 353 ppm, creciendo en 2016 hasta 403 ppm, lo que representa un aumento de casi 30%. Así, se estima que para 2050 la concentración llegue hasta las 700ppm, lo cual sería un aumento de 58% en el lapso de dos siglos.

Desde 1750 (inicio de la Revolución Industrial), del total de emisiones de CO2 generadas por actividades humanas, alrededor de 40% permanecen en la atmósfera. El resto ha sido absorbido por sumideros de carbono y almacenado en reservorios naturales (completando el ciclo del carbono), por lo que ha sido removido del medio atmosférico. Por su parte, el océano ha absorbido cerca de 30% del CO2 antropógeno emitido, lo que ha provocado su acidificación.[6]

Lo más lamentable es que, durante los últimos 50 años se ha generado al menos la mitad de los contaminantes atmosféricos (CO2) existentes. Es decir, este problema aumentó considerablemente desde la década de 1970, a la par de la explosión demográfica y el desarrollo industrial contemporáneo.

Fuente: Informe del grupo intergubernamental de expertos sobre el cambio climático, 2015

2. Deforestación

Otra causa importante del calentamiento global es la deforestación. Los bosques representan una fuente de salud para el planeta, ya que permiten mantener una buena temperatura en la Tierra, al retener el CO2 a través de la fotosíntesis, disminuyendo así el impacto industrial; además, ayudan a conservar la fertilidad del suelo, protegen las cuencas hidrográficas, evitan la erosión de la tierra, reducen el riesgo de inundación y son el hábitat de millones de especies.

De acuerdo con la “Evaluación de los recursos forestales mundiales 2015”, realizada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO), de 1990 a la actualidad se han perdido alrededor de 129 millones de hectáreas de bosques, lo que representa menos árboles realizando fotosíntesis y ayudando a la conservación de la salud del suelo y el aire, así como menos ecosistemas para millones de especies, que ahora se encuentran en peligro de extinción.

Al mismo tiempo, la deforestación, la degradación forestal y los cambios en el uso del suelo contribuyen con alrededor del 12% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI). Muchos de los bosques que aún quedan en el mundo se ven cada vez más amenazados por la expansión agrícola, la extracción maderera, la recolección de leña y otras actividades.[7]

Banco Mundial (2017)

3. La sobrepoblación

La sobrepoblación es, sin duda, otra causa importante del calentamiento global, ya que obliga a las grandes ciudades a extenderse, eliminando bosques y selvas para convertirlos en terrenos de cultivo y ganadería, o espacios para vivir.

Al mismo tiempo, el exceso de personas limita los recursos naturales, pues éstos no son infinitos y sus ciclos son más lentos que los del crecimiento poblacional, lo que nos obliga a acelerar varios procesos naturales para garantizar el abasto alimenticio, y a explotar los recursos de manera insostenible a largo plazo.

Por si fuera poco, debido al capitalismo y al consumismo que tal sistema implica, la humanidad acrecienta a la industria de manera inconsciente e irresponsable. La compra y venta de millones de artículos innecesarios, así como la energía y los combustibles que usamos de manera insensata, generan un impacto directo en la cantidad de gases de efecto invernadero liberados cotidianamente. Asimismo, nuestro consumo está generando toneladas diarias de desperdicios que, en la mayoría de los casos terminan siendo quemados o tratados de manera incorrecta, constituyendo una causa importante del gran desastre ecológico que ocasionamos en nuestro planeta.

Es notorio que, durante el lapso de mayor aumento de la temperatura media de la Tierra, la población humana creció de manera acelerada, sobre todo en los últimos 50 años. De 1970 a 2017 la población mundial se duplicó (pasamos de ser 3 692 492 000 a 7 722 727 000), y con ella la industria y la emisión de gases de efecto invernadero.

Gráfica del crecimiento poblacional por siglos . Fuente: World population

Efectos y consecuencias del calentamiento global

Uno de los principales y más graves efectos del calentamiento global es el cambio climático, que ya está afectando a prácticamente todas las regiones del mundo.

El calentamiento global, al afectar el clima de la Tierra, pone en riesgo no solo a los ecosistemas, sino a todos los ciclos biogeoquímicos del planeta. El ciclo hidrológico ha sido uno de los más afectados debido a la elevación de la temperatura; por ello, el nivel del mar está aumentando considerablemente, los polos se están derritiendo, los océanos se están acidificando, el invierno se está acortando, los patrones de precipitaciones están cambiando, y ha aumentado la cantidad de fenómenos meteorológicos extremos, como sequías e inundaciones.

El derretimiento de los polos está generando un aumento en el nivel del mar, lo cual es peligroso para los ecosistemas y las ciudades costeras; además, al derretirse el hielo se pueden liberar gases que se encontraban congelados, entre ellos el metano, un gas de efecto invernadero más potente que el CO2, que al ser liberado acelera el calentamiento global de manera drástica.[8]

Durante los últimos cinco años se ha perdido más masa glaciar que en cualquier otro periodo registrado. La extensión del hielo marino del ártico ha disminuido un 12% por década desde 1979. Esta situación es similar en el otro polo. [9]

“La reducción del hielo marino del Ártico significa un aumento de la temperatura del océano. Junto con el derretimiento de los glaciares en tierra, esto contribuye al aumento del nivel del mar, que se está acelerando. Entre 1994 y 2010 el aumento del nivel del mar fue en promedio de 3,3 mm por año, pero desde 2010 ha aumentado a un promedio de 5,7 mm por año”.[10]

Debido al cambio climático (derivado del calentamiento global) los animales y vegetales están sufriendo varias transformaciones para poderse adaptar; sin embargo, muchas especies parecen estar condenadas a la desaparición. Algunas de ellas están emigrando hacia lugares más elevados y fríos, mientras otras han alterado sus ciclos vitales y procesos de crecimiento.

Como consecuencia de estos cambios se prevé una extinción masiva de especies animales y vegetales, junto con la modificación y pérdida de ecosistemas como el polar, además de la reducción de áreas boscosas y la expansión de zonas tropicales. Sumado a ello, los fenómenos meteorológicos extremos derivan en otra serie de problemas como la falta y pérdida de cultivos, muerte de ganado y aumento de plagas, lo que a su vez genera problemas económicos, aumento de la pobreza extrema y, paulatinamente, hambrunas. Esto causará problemas sociales importantes, crisis e incluso conflictos violentos.

El clima extremo, la falta de producción en el campo y el aumento de la pobreza, obligan a grandes sectores a migrar ya sea fuera o dentro de sus países. Este efecto ya comenzó a darse en algunas regiones en las que fenómenos naturales de enorme potencia han golpeado y devastado ciudades enteras; sin embargo, si la temperatura global continúa aumentando a este ritmo, se estima que para el 2050 alrededor de 143 millones de personas tendrán que migrar por falta de agua, alimentos, falta de productividad de cultivos, y aumento de ciclones, huracanes y del nivel del mar.[11]

El cambio climático está comenzando a minar la seguridad alimentaria y a reducir los recursos de agua dulce (tanto en aguas subterráneas como superficiales). Además, se prevé que, con el incremento de las temperaturas, aumenten las muertes causadas por las olas de calor, mismas que serán cada vez más frecuentes. Por otra parte, se estima que en este siglo se desarrollarán varias enfermedades infecciosas como consecuencia de la pérdida de la biodiversidad, la cual funciona como un escudo protector. Al morir los ecosistemas, y con ellos la diversidad de especies, se facilita el paso de virus, que antes se hospedaban en animales, hacia el ser humano, tal como ha ocurrido con la COVID-19. De hecho, se calcula que el 75% de las enfermedades nuevas provengan de animales, como consecuencia de la destrucción y debilitamiento de su hábitat.

Calentamiento global en México

Al igual que el resto del mundo, México está siendo afectado por el calentamiento global y el cambio climático; de hecho, es el país con el impacto más grave por el alza de las temperaturas en el mundo, con 1.4ºC por encima de la media global. Durante la última década, la mayoría de las estaciones ha tenido temperaturas por encima de su promedio histórico.

En el año 2020 se observó nuevamente la tendencia en el aumento de temperatura que se observa desde 2004; se han contabilizado a partir de ese año, diecisiete años con anomalías de temperatura media nacional por arriba del promedio climatológico 1981-2010. En 2020 se registró una temperatura media nacional de 22.4°C y una anomalía de 1.4°C por arriba del promedio; de esta manera se ubicó junto a 2017 y 2019 como el año más cálido de acuerdo al registro histórico desde 1953. Además, el año 2020 se sitúo dentro de la categoría de años cálidos y secos.[12]

Es importante señalar que el incremento de la temperatura en el territorio nacional no es uniforme, sino que se han visto mayores aumentos en las regiones de la Mesa del norte, la Sierra Madre Oriental, el sur de Guerrero y Oaxaca, y el norte de Quintana Roo, donde la temperatura alcanzo hasta 5°C por arriba del promedio. Por su parte, la Ciudad de México ha tenido un incremento de casi 4ºC en su temperatura.

Sumadas a la elevación de la temperatura, las sequías están aumentando su intensidad y duración, y están afectando cada vez a mayores regiones del país. El norte de México se está desertificando, la frecuencia y cantidad de lluvias está cambiando en varias zonas del país, y la temporada de calor está llegando más pronto y durando más tiempo.

De acuerdo con el Reporte Anual del Clima 2020, realizado por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), el 2020 fue uno de los años más secos, quedando clasificado como el vigesimoprimer año más seco desde que hay registros. Fue el segundo año consecutivo con lluvias por debajo del promedio y el quinto con lluvias deficitarias, durante la última década. De los estados que componen la nación, 21 mantuvieron un rango de lluvias menor al de sus promedios, mientras que 6 tuvieron un rango de humedad anormalmente alto, siendo Yucatán el más lluvioso, con precipitaciones por encima del rango histórico (desde 1941). Sumada a estas anomalías, la temporada de ciclones provenientes del océano Atlántico fue más activa de lo común.

Al finalizar el 2020, se cuantificó un 55% del territorio con sequía de moderada a excepcional (D1a D4); 23% está anormalmente seco (D0) y solo el 21% del país se encontró libre de sequía. Esta realidad está provocando que año tras año sea más difícil para los agricultores que trabajan en cultivos de temporal, lograr sus cosechas; de igual modo, los ganaderos tienen cada día más retos para mantener saludable a su ganado. Por otra parte, las ciudades se están acercando a su día cero en abastecimiento de agua, por lo cual se está regulando con mayor rigidez la distribución del vital líquido entre sus pobladores.

Respecto a la biodiversidad y ecosistemas, científicos y académicos estiman que en México las zonas más vulnerables son los bosques templados, mismos que corren el riesgo de desaparecer. Las plagas y enfermedades de los bosques están aumentando y están apareciendo algunas enfermedades inusuales en ciertas regiones.

Acciones y soluciones para combatir el calentamiento global

El calentamiento global es un hecho que no se puede negar; estamos en un punto en el que ya no podemos prevenirlo y solamente nos corresponde tratar de evitar un mayor aumento de la temperatura y mitigar los efectos de su incremento.

De acuerdo con el Informe del Cambio climático 2014, “Las emisiones antropógenas de gases de efecto invernadero (GEI) dependen principalmente del tamaño de la población, la actividad económica, el estilo de vida, el uso de la energía, los patrones de uso del suelo, la tecnología y la política climática”[13]. Por ello, para mitigar los efectos del calentamiento global y el cambio climático, es preciso desacelerar el crecimiento demográfico y disminuir, de forma sostenible y radical, la emisión continua de gases de efecto invernadero, es decir, nuestra llamada huella de carbono. Estos objetivos únicamente serán alcanzables si los gobiernos se unen de manera seria y comprometida para generar acciones y leyes que combatan este fenómeno.

Entre las acciones que se pueden implementar, me parecen relevantes las siguientes:

1. Educar a la población

Es necesario explicar a la población los principales conceptos y efectos del calentamiento global, para que puedan comprender que nuestro actual estilo de vida es insostenible. Esto, con el propósito de generar conciencia sobre el problema, esperando que las personas se vuelvan más responsables, ahorradoras y protectoras de los recursos. También es preciso educar a la población en materia reproductiva y hacerle entender que, en este momento, lo mejor para el planeta es no tener más hijos, porque no existen las condiciones ni los recursos para darles una vida de calidad.

2. Modificar los procesos industriales

Idealmente deberíamos acabar con los procesos industriales; sin embargo, es imposible que eso ocurra, ya que las economías mundiales dependen en gran medida de las industrias. No obstante, es posible innovar e implementar tecnologías que permitan generar menos gases de efecto invernadero, así como aplicar materiales reciclados y hacer los procesos más eficientes y ahorradores de energía.

Las modificaciones que se deben realizar en la industria son costosas e implican apertura al cambio; por ello, muchas empresas aún son reticentes a implementar las medidas adecuadas para que sus efectos en el ambiente sean menores.

3. Ahorro de energía e implementación de fuentes alternativas

La industria energética es la principal generadora de CO2. Actualmente, prácticamente todas nuestras actividades (desde las industriales hasta las domésticas) necesitan energía. Considerando esta realidad, es necesario invertir tanto en investigación como en desarrollo de nuevas tecnologías que ayuden a optimizar los recursos energéticos y mejorar los procesos de conversión de energía. Es preciso construir nuevas plantas productoras de energía a partir de procesos más amigables con el medio ambiente y sostenibles a largo plazo, y al mismo tiempo abaratar y perfeccionar instalaciones domésticas menos contaminantes. Además, de manera individual es necesario que nos acostumbremos a ahorrar energía apagando los focos que no se utilizan, aprovechando más la luz solar, comprando aparatos electrodomésticos ahorradores de luz, desconectando los aparatos que no se están utilizando y tratando de buscar medios alternativos para refrescar o calentar nuestros hogares en verano e invierno, pues el uso de calefacciones y aire acondicionado es nocivo para el ambiente.

4. Limitar y legislar la industria de la moda

La industria textil es la segunda más contaminante después de la energética. Produce el 20% de las aguas residuales y el 10% de las emisiones de carbono en el mundo. Se estima que en un año se confeccionan más de 100 mil millones de prendas de vestir, mismas que si no son vendidas, terminan (la mayoría de las ocasiones) en incineradores. Además, hasta un 60% de la ropa que usamos se hace con telas a base de petróleo, mismas que generan un tercio de los microplásticos que terminan en el océano. Por su parte, el algodón es uno de los cultivos que requieren más agua y pesticidas, y su producción a gran escala propicia la desertificación. Por estos motivos es urgente que, de manera global: se generen leyes que limiten la producción de ropa y marquen estándares de calidad en las piezas comerciales (para que su durabilidad y producción sean sostenibles), y que se implementen normas sobre los desechos textiles para que puedan ser reciclados. Paralelamente, es importante generar conciencia en la población, para que su consumo y desecho de ropa sea responsable.

5. Sustitución de transportes convencionales por transportes ecológicos

Los medios de transporte basados en quema de hidrocarburos son una fuente importante de la generación de CO2. El uso desmedido de autos particulares, así como la corrupción que permite la circulación de vehículos sin afinación, pesados o de uso industrial en las ciudades, generan un grave problema. Es importante tratar de movernos en medios de transporte ecológicos, como la bicicleta, el tren o el metro, y caminar más, lo cual además de traer beneficios al medio ambiente, nos ayudará a mejorar nuestra salud.

Solucionar este problema implica el desarrollo de sistemas de transporte más eficientes, mejor educación vial y la inversión en medios e infraestructura para el uso de transportes ecológicos.

6. Generación e implementación de leyes y subsidios ambientales

Los gobiernos desempeñan un importante papel en el combate contra los estragos del calentamiento global, debido a que es necesario crear y ejercer leyes que obliguen a las empresas públicas y privadas a regular sus emisiones de gases de efecto invernadero. Desde hace varios años se han celebrado diversas convenciones internacionales en las que los líderes mundiales acuden a discutir y tratar de generar acuerdos que permitan mitigar los efectos del cambio climático. Algunas de estas convenciones ya han comenzado a tener frutos en naciones que se encuentran altamente comprometidas en el combate contra el calentamiento global y la contaminación, logrando avances y mejoras significativas. Sin embargo, todavía hay gobiernos a los que parece no interesarles de manera real el medio ambiente, los cuales realizan una mala –o nula– implementación de leyes ambientales.

En México, como en muchos otros países, existen leyes y tratados ambientales que protegen los recursos naturales, regulan el uso de transportes pesados y vehículos contaminantes, y obligan a las industrias a sustituir viejos sistemas para reducir sus efectos nocivos en el medio; sin embargo, la ejecución de estas leyes no ha sido rigurosa, ya sea por falta de compromiso o por corrupción.

Existe un gran número de países africanos y latinoamericanos en los que la ambición de empresarios y gobernantes ha impedido la correcta aplicación de normas y leyes ambientales. Por otra parte, las naciones más pobres se enfrentan a otro gran reto, ya que sus necesidades energéticas e industriales dependen del carbono o sus derivados, y no cuentan con los recursos para modificar esa situación. Finalmente, hay países con grandes riquezas que no se sienten obligados a atender la situación ambiental global y, por ello, no implementan los protocolos ecológicos internacionales ni invierten en tecnologías limpias.

Las emisiones antropógenas totales de GEI han seguido aumentando entre 1970 y 2010 con mayores incrementos absolutos entre 2000 y 2010, a pesar del creciente número de políticas de mitigación del cambio climático […] Las emisiones de CO2 procedente de los combustibles fósiles y los procesos industriales contribuyeron en torno al 78% del aumento total de emisiones de GEI de 1970 a 2010, con una contribución porcentual similar para el aumento experimentado durante el periodo de 2000 a 2010.[14]

Conclusión

Actualmente todos los científicos y estudios serios concuerdan en que el cambio climático es un problema real y muy grave que debemos mitigar con acciones eficientes y urgentes. Según el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, emitido este año, el cambio climático está ocurriendo a una velocidad mayor de la estimada hace unas décadas, por lo que es urgente atender el problema, ya que sus efectos son generalizados y se está intensificando.

Las proyecciones señalan que la temperatura continuará aumentando a lo largo del siglo XXI; por lo que, las olas de calor ocurrirán con mayor frecuencia y durarán más, y los episodios de precipitación extrema serán más intensos y frecuentes en muchas regiones. El océano se seguirá calentando y acidificando, y el nivel medio global del mar continuará elevándose.[15] 

A nivel mundial el crecimiento económico y demográfico son los dos principales causantes del aumento de CO2 derivado de la combustión de fósiles, lo que está provocando un drástico calentamiento global. Aunado a ello, la deforestación y el consumismo agravan el problema.

Como siempre, las poblaciones más pobres son las más vulnerables a padecer las peores consecuencias del cambio climático. No obstante, todos (incluyendo a los más ricos), estamos comenzando a padecer con mayor frecuencia e intensidad, los estragos de haber derrochado recursos y contaminado el planeta sin medida.

Lo más importante en este momento es aceptar que hemos hecho grandes daños en la Tierra y que es preciso, si queremos continuar viviendo en ella, hacer algo para evitar una mayor catástrofe, y hacerlo ahora.

Bibliografía

Tanuro, Daniel. Imposible Capitalismo Verde. La oveja roja, 2011.

Molina M., Sarukhán J., Carabias J. El cambio climático. Causas, efectos y soluciones. FCE, 2017.

Friedman, Thomas. Gracias por llegar tarde: Cómo la tecnología, la globalización y el cambio climático van a transformar el mundo los próximos años. Editorial Planeta, 2018.

Klein, Naomi. Esto lo cambia todo: El capitalismo contra el clima. Paidós, 2015.

Citas y referencias

[1] González, M., Jurado, E. y González, S. (2003) Cambio climático mundial: origen y consecuencias. Revista Ciencia 2003: 377-385. UNAL, vol VI, número 003. http://www.redalyc.org/pdf/402/40260313.pdf

[2] Datos registrados por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés).

[3] Tanuro, El imposible capitalismo verde, p. 33.

[4] Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). (2015) Cambio climático 2015: informe de síntesis. OMM y PNUMA. http://www.ipcc.ch/pdf/assessment-report/ar5/syr/SYR_AR5_FINAL_full_es.pdf

[5] Partes por millón, es decir, cantidad de unidades de una sustancia que hay por cada millón de unidades.

[6] Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). Op Cit, p. 46.

[7] Banco Mundial. (2017) Bosques. Panorama mundial. [Recuperado el 18 de abril, 2017, en: https://www.bancomundial.org/es/topic/forests/overview.]

[8] Riechmann, Jorge (2014). El síntoma se llama calentamiento climático, pero la enfermedad se llama capitalismo. Material preparado para intervenir en Madrid, Fac. de Geografía e Historia de la UCM. [Recuperado el 10 de junio de 2021 en: https://www.elviejotopo.com/wp-content/uploads/2016/01/Texto_Riechmann.pdf]

[9] Naciones Unidas Colombia. (2019) Esto es lo que dicen los científicos: el cambio climático llega antes y más fuerte de lo previsto [Recuperado el 10 de julio de 2021 en: https://nacionesunidas.org.co/noticias/esto-es-lo-que-dicen-los-cientificos-el-cambio-climatico-llega-antes-y-mas-fuerte-de-lo-previsto/]

[10] Pascal Peduzzi. (2020) Otra llamada de atención: la pérdida de hielo marino se acelera. Entrevistado por la ONU. Programa programa para el medio ambiente (PNUMA). [Recuperado el 15 de julio de 2021 en: https://www.unep.org/es/noticias-y-reportajes/reportajes/otra-llamada-de-atencion-la-perdida-de-hielo-marino-se-acelera]

[11] Pozzi, Sandro y Fariza, Ignacio. (2018) El cambio climático llevará a 17 millones de personas a la migración interna en América Latina hasta 2050. El país. https://www.bancomundial.org/es/topic/forests/overview

[12] Comisión Nacional del Agua (CONAGUA). (2020) Reporte Anual del Clima 2020, p.58. https://smn.conagua.gob.mx/tools/DATA/Climatolog%C3%ADa/Diagn%C3%B3stico%20Atmosf%C3%A9rico/Reporte%20del%20Clima%20en%20M%C3%A9xico/Anual2020.pdf

[13] Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático. Op Cit., p. 8.

[14] Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático. Op Cit., p.5.

[15] Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático. Op Cit., p. 8.

Salir de la versión móvil