Reseña. Crimen y castigo, de Fiódor Dostoyevski

Reseña Crimen y castigo

Ficha técnica

Título: Crimen y castigo

Autor: Fiódor Dosyoyevski

Idioma original: ruso

Traductor: Juan López-Morillas

Editorial: Alianza

Número de páginas: 832

Reseña de Crimen y castigo

Crimen y castigo es una novela del escritor ruso, Fiódor Dostoyevski, publicada en enero de 1866. Desde entonces ha atrapado a sus lectores con una interesante trama psicológica, no exenta de intensos cuestionamientos morales y profundas reflexiones filosóficas en torno al bien, el mal y la justicia, entre otros temas.

No obstante, Crimen y castigo es, principalmente, literatura criminal. Un thriller al cual no le falta investigación policiaca, carreras contra el tiempo, locura, amor y muerte.  

Ambientada en el San Petersburgo de la Rusia imperial, Crimen y castigo cuenta la historia de Raskólnikov, un joven desfondado que ha tenido que abandonar sus estudios a causa de la pobreza, quien esboza un terrible plan para superar su situación e incluso ayudar a los suyos y la comunidad, de un solo golpe.

Se considera que Crimen y castigo representa una de las más altas cúspides de la literatura rusa y la literatura universal; jamás ha dejado de ser editada y su historia ha sido llevada al teatro, la televisión, el cine y otras expresiones artísticas, en múltiples ocasiones.

Si te gustan los libros policiacos, filosóficos o psicológicos, o simplemente quieres conocer una obra de la etapa de madurez de Fiódor Dostoyevski (después de su exilio de 10 años en Siberia), Crimen y castigo es para ti.

Frases de Crimen y castigo

“Era uno de esos innumerables pobres hombres, de esos testarudos ignorantes que se apasionan por cualquier tendencia de moda, para envilecerla y desacreditarla en seguida. Estos individuos ponen en ridículo todas las causas, aunque a veces se entregan a ellas con la mayor sinceridad”.

Fiódor Dostoyevski.

“El Hombre extraordinario tiene derecho, no oficialmente, sino por sí mismo, a autorizar a su conciencia a franquear ciertos obstáculos, en el caso de exigirlo así la realidad de su idea, que en ocasiones puede ser útil a todo el género humano. A mi manera de ver, si los inventos de Kepler y Newton, a consecuencia de determinadas circunstancias, no hubieran podido darse a conocer más que por el sacrificio de una, de diez, de cientos, o de un número mayor de vidas que hubiesen constituido un obstáculo para tales descubrimientos, Newton habría tenido derecho, más aún, habría tenido la obligación de suprimir esos diez o esos cien hombres para que sus descubrimientos llegaran al conocimiento del mundo”.

Fiódor Dostoyevski.
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