Aquella mañana Silvestre, el gato, apareció tieso, con los ojos abiertos y la lengua ligeramente fuera del hocico y seca; parecía que le habían extraído la humedad del cuerpo…
Aquella mañana Silvestre, el gato, apareció tieso, con los ojos abiertos y la lengua ligeramente fuera del hocico y seca; parecía que le habían extraído la humedad del cuerpo…