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La crisis del agua en la ciudad de Comodoro Rivadavia (Chubut, Argentina)

La crisis del agua en la ciudad de Comodoro Rivadavia (Chubut, Argentina)

Los colonos sudafricanos llegados a principios del siglo veinte a poblar la región sur de la actual provincia del Chubut, en la Patagonia Argentina, se encontraron con el problema del suministro de agua potable para el consumo humano, la ganadería y los cultivos. Dependían de los escasos manantiales ubicados en los márgenes de las altas mesetas basálticas que reciben nieve durante el invierno y que, al derretirse, se infiltra a través de las fracturas de la roca hasta llegar a algún nivel impermeable y, por gravedad, aflorar en las partes bajas de la topografía. Allí se asentaban las estancias de los colonos con su ganado y sus cultivos. Debido a que las precipitaciones níveas son fluctuantes, los inviernos secos suponían enormes problemas en el verano ya que no había recarga suficiente para los acuíferos. Las lluvias escasas del clima árido de la región patagónica rápidamente se escurren hacia el mar debido al carácter impermeable de los suelos.

Ante el pedido de una solución al gobierno nacional por parte de los colonos sudafricanos y los habitantes del incipiente poblado de Comodoro Rivadavia, se envió en el año 1907 un equipo perforador a cargo del ingeniero alemán José Fuchs para buscar agua en el subsuelo. Luego de un intento fallido, la segunda perforación tampoco encontró agua, pero sí petróleo, el 13 de diciembre de 1907, a 540 metros de profundidad, siendo la primera vez que se descubrían hidrocarburos en el subsuelo de Argentina. Este hallazgo generó un gran crecimiento demográfico en Comodoro Rivadavia y sus alrededores, a partir de la explotación petrolífera conducida por Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF). Trabajadores de todas partes del mundo llegaron a la región incrementando la población año tras año.

Durante las primeras décadas del desarrollo petrolero, la provisión de agua estuvo a cargo de YPF mediante la explotación intensiva de los Manantiales Behr, ubicados a pocos kilómetros del ejido urbano de Comodoro Rivadavia; sin embargo, pronto resultaron insuficientes esas fuentes de abastecimiento, por lo que se decidió construir un acueducto[1] de 220 kilómetros que captara agua en el Lago Musters y la distribuyera en Comodoro Rivadavia. El mismo entró en operaciones en 1965 y dos décadas después el consumo de agua equiparó a la capacidad de transporte y producción haciendo peligrar el abastecimiento, por lo que se decidió realizar un segundo acueducto que además abasteciera a la ciudad de Caleta Olivia, en la provincia de Santa Cruz, que había experimentado un gran crecimiento debido a la actividad petrolera. En 1999 entró en funcionamiento el segundo acueducto, para abastecer a una población que ya quintuplicaba la de la década de los 60s.

El río Senguer nace en el lago Fontana (figura a) y tras recorrer 240 kilómetros desemboca formando un delta en una depresión tectónica, en el lago Musters, el cual cuenta con 450 kilómetros cuadrados y una profundidad máxima de 50 metros (figura b). En épocas de grandes deshielos, el excedente hídrico se vuelca en el lago Colhue Huapi a través de un brazo fluvial bautizado como Falso Senguer. Hasta hace unos 60 años el lago Colhué Huapi alimentaba al Río Chico, afluente del río Chubut cuyas aguas desembocan en el Atlántico. En la actualidad, el lago Colhué Huapi se encuentra seco[2] y ocasionalmente el agua del brazo “Falso Senguer” llega a las orillas del lago extinto para insumirse a poca distancia.

Desde el año 2010 se viene agudizando la problemática de la provisión de agua a Comodoro Rivadavia, Rada Tilly y Caleta Olivia. En la actualidad y durante prácticamente 8 meses al año, se corta el suministro diario con el fin de llenar las reservas de agua de las ciudades. Existen cortes más prolongados causados por las frecuentes roturas de los acueductos. En esos casos, las cuadrillas encargadas del mantenimiento deben desenterrar los caños dispuestos a un metro y medio de profundidad y cambiar el tramo deteriorado. El daño se debe a la falta de protección catódica en una parte del recorrido, lo que genera corrosión recurrente. Luego de producido el arreglo se comienza a bombear el agua en forma lenta para evitar el efecto “golpe de ariete”. El agua en estos casos puede tardar varios días en llegar a los domicilios.[3]

En temporadas de escasa precipitación nívea el nivel del lago sufre bajantes considerables. En ese caso la toma de agua donde nace el acueducto, ubicada a algunas decenas de metros de la costa, queda al ras del pelo de agua, que con los vientos imperantes se remueve levantando sedimentos del fondo. En estos casos, los filtros y demás instalaciones de cabecera no alcanzan a eliminar el sedimento, por lo cual la calidad del agua baja de los niveles normales, haciendo que se suspenda la provisión de la misma. El mismo fenómeno sucede cuando el deshielo cordillerano es abrupto y el río Senguer trae mucha carga en suspensión complicando la calidad del agua, generando interrupción del bombeo de agua ante la imposibilidad de hacer flocular la gran cantidad de arcillas presentes en la misma.

Ante estos episodios reiterativos, la población reacciona publicando diatribas en las redes sociales, culpando a las autoridades de la cooperativa encargada del mantenimiento del acueducto o atacando a los funcionarios provinciales de turno con todo tipo de adjetivaciones referidas a la inercia que presentan frente al problema, exigiendo la construcción de un nuevo acueducto. Los ciudadanos con mayor poder adquisitivo optan por instalar tanques plásticos en sus patios, los cuales son llenados cuando circula el agua, logrando obtener reservas de hasta 10 mil litros en muchos casos. Aquellos con menores recursos esperan pacientemente la llegada del agua para completar sus modestos tanques de 300 litros, restringiéndose mientras tanto en la higiene personal y otras actividades. Las municipalidades suelen contratar camiones cisterna para llevar agua a los más necesitados, y también a hospitales y clínicas. En otros casos se suspenden las clases en las escuelas. A veces se instalan surtidores de agua en algunos puntos de la ciudad, donde se forman largas filas de gente con sus bidones de plástico.

Se ha instado a la ciudadanía, a lo largo de los últimos años, a movilizarse para exigir una solución al problema. La asistencia a estas marchas nunca superó las 20 o 30 personas, siendo en su mayoría simpatizantes de alguna organización política que pretende presionar a las autoridades de la cooperativa de agua para lograr un cambio y ubicar a sus miembros en los distintos estamentos. El ciudadano común se mantiene indiferente y no participa en manifestaciones que traten temas de interés comunitario tan vitales como la provisión del agua.

La industria de extracción de petróleo utiliza el agua del acueducto para inyectarla al subsuelo, a efectos de movilizar el hidrocarburo hacia los pozos productores. La utilización del agua por parte de las empresas petroleras en la  llamada “recuperación secundaria” exige que sea autorizada por el Instituto Provincial del Agua. Éste publica en un periódico de la capital provincial un edicto con el pedido de la empresa, detallando el volumen a utilizar en cada uno de los pozos inyectores. El edicto aparece publicado durante tres días y en el último párrafo manifiesta que “si algún ciudadano considera que la utilización del agua para fines de extracción de petróleo por parte de privados vulnera sus derechos puede presentar el reclamo en las oficinas del Instituto Provincial del Agua, en la capital provincial, dentro de los 5 días subsiguientes a la publicación del edicto”. Si bien el edicto cumple con la transparencia necesaria en estos casos, se debe considerar que sólo un mínimo porcentaje de la población lee los edictos de los diarios, y que la gran mayoría ya no lee los periódicos en formato papel y por lo tanto no se entera del caso. Ninguna institución intermedia, como sindicatos, organizaciones vecinales, universidades, etc., hace eco de la situación convocando a los ciudadanos a defender sus derechos, dándose por lo tanto, vía libre al uso del agua con fines industriales. Si bien la recuperación secundaria no implica grandes volúmenes, sí resulta vital dadas las circunstancias descritas para llenar las reservas de la ciudad.

Ante el desinterés general de la población frente a este tema, conjuntamente con la desidia e ineptitud de las autoridades de turno para encontrar una solución, es menester concientizar a la población, en todos sus estratos sociales, acerca de la problemática del agua, a efectos de lograr un mayor compromiso hacia el cuidado del recurso.

Sin considerar la eventual construcción de un nuevo acueducto y en las actuales circunstancias, sería oportuno tener en cuenta los siguientes aspectos: la utilización descontrolada del agua en época estival en las cabeceras del río Senguer por parte de propietarios de campos de pastoreo, genera la captación de grandes volúmenes que no llegan a la cuenca del lago Musters, afectando su capacidad y la correcta captación del fluído. Es necesario establecer un control en el volumen de agua utilizado en cada una de las decenas de canales ilegales distribuidos en el área de Alto Río Senguer.

Se debería efectuar el dragado del cauce principal del río a la altura de Alto Río Senguer, a efectos de evitar su desbordamiento en la época de deshielo y la consecuente inundación de grandes superficies en forma innecesaria. Lo mismo debería hacerse sobre el cauce principal del río en el delta de su desembocadura en el lago Musters.

En las áreas urbanas es necesario controlar la frecuente dilapidación del agua que se manifiesta en el riego descontrolado en los espacios públicos, las innumerables pérdidas de las mangueras de riego de bulevares y plazas, los desbordamientos de tanques de agua de viviendas particulares y edificios públicos, las pérdidas de agua en baños y mingitorios de escuelas, edificios de la universidad y dependencias del estado provincial y municipal. La sumatoria de estas pérdidas influye en forma notable en el aumento del déficit de agua en la ciudad.

Es necesario concientizar a los niños en su más temprana edad acerca del uso racional del agua. Las escuelas deberían ofrecer visitas a las instalaciones de captación y distribución para que se aprecie la magnitud del esfuerzo necesario para proveer de agua a la población y todo lo que hay detrás de una canilla domiciliaria.


Notas

[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Acueducto_Jorge_Carstens

[2] https://youtu.be/Aqbt0t37szk?si=SdtvJYRT_RUXuUID

[3] https://www.lanacion.com.ar/sociedad/un-drama-que-se-repite-hace-20-  anos-cuatro-ciudades-patagonicas-llevan-una-semana-sin-agua-por- obras-nid23112023/

Apéndices

Mapa Comodoro Rivadavia Chubut Argentina Crisis del agua 01
Figura a: recorrido del río Senguer desde el lago Fontana hasta el lago Musters.
Mapa Comodoro Rivadavia Chubut Argentina Crisis del agua 02
Figura b: desembocadura del río Senguer en el lago Musters y su desagote al lago Colhué Huapi. Se aprecian las nacientes del curso del río Chico, secas en la actualidad.
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Juan Francisco Homovc

Licenciado en Geología con experiencia en el campo de la exploración de Hidrocarburos. Ex- Profesor de Geología de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, Argentina.

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