Breve biografía de Ana Frank, un símbolo de inspiración
Ana Frank nació el 12 de junio de 1929 en Fráncfort del Meno, Alemania, en el seno de una familia judía, siendo la segunda de dos hijas. Su infancia la vivió en su país natal, no obstante, cuando el antisemitismo cobró fuerza, sus padres, Otto Frank y Edith Höllander decidieron mudarse a Amsterdam.
El 12 de junio de 1942, Ana Frank recibió un cuaderno de regalo por su décimo tercer aniversario de cumpleaños, mismo que comenzó a utilizar como diario personal y que más tarde se convertiría en el famoso libro: Diario de Ana Frank. En él relataba su vida diaria, sus primeros escritos cuentan el día a día de una niña común, pero conforme avanza el texto van integrando datos de la ocupación alemana y la represión que sufrían los judíos, hasta que el diario se convirtió en la narración de su vida en el confinamiento, tal como permaneció durante más de dos años, ocultándose junto con su familia para no caer en manos de los nazis.
El 4 de agosto de 1944, los Frank, junto con los van Pels y Fritz Pfeffer (otros judíos que se escondían con ellos), fueron descubiertos y arrestados por la Gestapo. En septiembre del mismo año fueron trasladados de un campo de concentración en Holanda a Auschwitz; en este último campo Ana y su hermana Margot permanecieron sólo un mes y después fueron enviadas a Bergen-Belsen, donde ambas murieron de tifus en 1945, poco antes de que el campo de concentración fuera liberado por los británicos.
Tras el holocausto y el fin de la guerra, el padre de Ana (único sobreviviente), regresó a Amsterdam. Después de confirmar la muerte de sus hijas y esposa, Miep Gies (una de las personas que les ayudaron a ocultarse) le entregó los escritos de Ana, mismos que había encontrado y guardado cuando fueron capturados. En sus textos, Ana habla de las intensiones que tenía de convertirse en escritora y de cómo decidió –después de escuchar en la radio una invitación para guardar textos escritos durante la guerra, con el propósito de realizar un registro público– hacer una aportación con su diario. Teniendo esto en cuenta, el padre de Ana, luego de algunas ediciones a los escritos de su hija, decide publicarlos.
Desde que llegó a las librerías hasta hoy, el Diario de Ana Frank ha sido descrito como uno de los textos más conmovedores de la guerra y se ha convertido en símbolo de aliento para refugiados. Sin embargo, también ha sido señalado como inauténtico y recientemente se ha mencionado que Otto Frank fue coautor del libro, aunque algunos mencionan que esta última declaración es producto del interés de la “Anna Frank Fonds” por mantener los derechos de autor.
Más allá del Diario, la historia de Ana Frank ha conmovido e inspirado a miles de personas quienes luchan por los derechos humanos y en contra del racismo, la xenofobia y la discriminación. A través de la “Casa de Ana Frank” y la fundación que lleva su nombre (creadas por su padre) se realizan exposiciones sobre el holocausto y programas educativos, además de donativos para diferentes causas altruistas.
Frases del Diario de Ana Frank
“Déjame ser yo misma. Con eso me basta y me sobra”. Ana Frank.
“No pienso en toda la desgracia, sino en toda la belleza que aún permanece”. Ana Frank.
“Sé que soy una mujer. Una mujer con fuerza interior y un montón de coraje”. Ana Frank.
“¡Qué maravilloso es que nadie tenga que esperar un instante antes de comenzar a mejorar el mundo!”. Ana Frank.
“La única manera de conocer verdaderamente a una persona es discutir con ella. Porque cuando discuten en su punto más álgido, revelan su verdadero carácter”. Ana Frank.
“No quiero haber vivido en vano como la mayoría de la gente. Quiero ser útil o llevar alegría a la gente, incluso a las que nunca conocí. Quiero seguir viviendo incluso después de mi muerte”. Ana Frank.
“No se nos permite tener nuestra propia opinión. La gente quiere que mantengamos la boca cerrada, pero eso no te impide tener tu propia opinión. Todo el mundo debe poder decir lo que piensa”. Ana Frank.
“Todos tienen dentro una porción de buenas noticias. Las buenas noticias son: ¡No sabes qué tan grandioso puedes ser!, ¡cuánto puedes amar!, ¡cuánto puedes lograr! y ¡qué tanto potencial tienes!”. Ana Frank.
“Tengo la sensación de ser un pájaro enjaulado al que le han arrancado las alas violentamente, y en la más absoluta penumbra, choca contra los barrotes de su estrecha jaula al querer volar”. Ana Frank.
“No puedo imaginar cómo alguien puede decir ‘soy débil’ y seguir siéndolo. Después de todo, si lo sabes, ¿por qué no luchas contra ello? ¿Por qué no entrenar el carácter? La respuesta es: porque es mucho más sencillo no hacerlo”. Ana Frank.
Breve biografía de Ana Frank