Calaveritas de artistas
Agradecemos a todos por su participación en la Convocatoria de calaveritas literarias 2020 y felicitamos a los seleccionados de esta edición.
Calaverita a Sor Juana
Dalia Negra
Estaba Sor Juana en su aposento
buscando conocimiento,
cuando llegó la huesuda Parca
a llevarla del convento.
En perseguirme, ¿qué interesas?,
dijo la décima musa.
¿En qué te ofendo, cuando sólo intento
poner bellezas en mi entendimiento
y no mi entendimiento en las bellezas?
No quiero el fin de tu pensamiento,
dijo la pálida flaca,
pero ha llegado el momento
de hacer arte en el averno.
Allá no habrá hombres necios,
espantajos ni adefesios,
pero sí poetisas y pensadoras
que hacen rimas y sonetos.
Vamos ahora, dijo Sor Juana,
cambiemos estas vanidades
por las riquezas intelectuales del Hades.
Calaverita a Diego Rivera y Frida Kahlo
Alfredo Martínez
Estaba el gran pintor Diego Rivera,
acompañado de su esposa Frida.
En un lienzo dibujaba una calavera,
eso sí, la pintaba muy colorida.
Estando Frida muy adolecida,
de su mente una idea brota.
Con pintura desvanecida,
pintaba “la columna rota”.
Pero la muerte llegó de improviso,
mas no con el fin de asustar.
Solo les pidió permiso,
para en un retrato posar.
Rápidamente un retrato le hizo Rivera,
y la hizo verse muy fina,
a esta dama altanera,
la pintó como a “la catrina”.
Calaverita a Prince
Alex Krishna
Ya murió el cantante Prince
otro grande entre los grandes
jamás podrá haber otro así
con tanta energía y malabares.
Tuvo gran repercusión
y muchos éxitos al hilo
pero al final de la canción
se lo cargó el fentanilo.
Músico en toda la extensión
que la fría reclutó en su disquera
y es que adentro del panteón
hay mejor música que afuera.
Calaverita al rey Macbeth
Cristian Venegas
Grandioso caballero era
antes de augurios creer,
pues hizo que el rey muriera
escuchando a su mujer.
Amigos asesinó,
sus fantasmas saludaron
y de orina se llenó,
del susto que le sacaron.
Su fracaso iba a sufrir,
debió ponerse pañal,
pues al bosque vio venir
marchando a darle final.
Nadie lo asesinaría,
sólo el hijo de una muerta
y al creer que no existía
con Macduff no estuvo alerta.
Ahora Macbeth está muerto
y en ignorar es experto.
A su mujer y a las brujas
les grita “ya no me embrujan”.
Calaverita a Juan Gabriel
Santiago Rosales
La calavera muy aburrida
un gran concierto quiso armar.
Para festejarse en su día
al Juanga se fue a buscar.
Lo buscó por muchos lugares
pero no lo podía encontrar,
así que se fue a Ciudad Juárez,
tal vez ahí podía estar.
Llegó y le tocó la puerta,
por suerte estaba Juan Gabriel.
Le dijo: Me traes bien muerta,
después del país recorrer.
Ay mija, me hubiera marcado
y yo le mandaba mi ubicación.
Mira nomás cómo has quedado,
le dijo el Juanga muy burlón.
Por doquiera es muy sabido
que eres un gran cantautor,
y a contratarte eh venido
para que cantes en mi panteón.
Habrá comida y pan de muerto,
en la barra un muy buen vino.
Sé que a ti te pone contento
por la panza que te miro.
Habérmelo dicho desde antes,
entusiasmado dijo Juan Gabriel,
que pase la gira en los Ángeles
y con hambre me voy con usted.
A Juan Gabriel lo miran contento
con Roció Durcal y Joan Sebastian,
dando un eterno y bello concierto,
alegrando a tantas calacas.
Hay comida y música a montones,
por eso el Juanga no quiso regresar,
pero siempre vivirá en los corazones,
cantándonos desde la eternidad.