Reseña del poemario ilustrado: Lapislázuli, un sueño
Ficha técnica
Título: Lapislázuli, un sueño.
Autora: Araceli Gutiérrez Olivares (@araceligutoliv).
Género: Poesía contemporánea.
Contenido: 80 poemas y 20 ilustraciones.
Páginas: 142.
HAZ CLIC PARA VER EL LIBRO
Sinopsis (reseña)
Lapislázuli, un sueño es un poemario ilustrado en el cual su autora, Araceli Gutiérrez Olivares, ha capturado en verso el viaje trascendente de Zuli, a quien sus lectores vemos crecer física y espiritualmente a través de un cosmos de recuerdos familiares, elementos de la cultura mexicana y hermosos paisajes naturales, mismos que cobran forma y se desvanecen conforme pasamos las páginas de esta antología, como si estuviéramos escuchando la variada sinfonía de una vida que retorna hacia el origen de sí misma, con momentos de gran fuerza y también suaves, pues Zuli busca descubrir quién es verdaderamente y cuál es el sentido de su existencia, dirigiéndose para ello a sus raíces más profundas. Así, al leer Lapislázuli, un sueño nos enteramos -entre tantas otras cosas- de que su abuela le dio libertad, una estirpe ancestral, inconmensurable amor, sabiduría y una conexión con el universo, mientras que su tierra confirió en ella la divinidad del ciclo vital que mueve a todos los cuerpos. Finalmente, en su travesía Zuli se torna etérea, lenguaje inmemorial, y se libera.
Público recomendado
Lapislázuli, un sueño es una antología poética cargada con referencias a la cultura mexicana y al viaje existencial de una mujer reflexiva y sensible, resultando así un libro ideal para quienes buscan experimentar su libertad y descubrir el sentido de sus vidas, y también es muy recomendable para las personas capaces de apreciar las bellezas naturales que se encuentran al dar un paseo por el campo o al mirar por la ventana hacia el firmamento.
Algunas ilustraciones de Lapislázuli, un sueño
Algunos versos (frases) de Lapislázuli, un sueño
«Ahora elijo ser singular».
«De ti, raíces de futuro brotan».
«Tiempo del no tiempo, llegarás».
«Volé, me fugué, me escapé y sentí».
«Y para mí, la felicidad fue no tener miedo».
«Te he visto ser salvaje y moverte con la brisa».
«Progresión, desenvuelve un atardecer púrpura».
«Lo sublime se torna turbio, el animal por fin ha salido».
«Cual hoja que cae en otoño, llenaré de alegría este día».
«Creo que el destino es benévolo con quienes imaginan».
«Bucle. Los recuerdos ahora parecen sueños y viceversa».
«Confiaré en tu guía hacia el retorno, amada presencia divina».
«Los árboles y el maíz le mostraron el camino de retorno al Sol».
«Recuerdo la lava que atravesó el centro de una galaxia helada».
«El agua me sacia; brota de la espiral fugitiva, de tu olla de barro».
«Estoy lejos, extraño mi tierra, polvo de huesos del que brotamos».
«Yo escojo tejer palabras, procrear poemas. Pensar otro universo».
«Nunca dejes entrar al rencor en tu universo con copal ahumado».
«Lapislázuli. Palpitar divino, suspiro humano. Conjunto superpuesto».
«La distancia es tranquila creadora de belleza, y un racimo del infinito».
«Entro al misterio como quien sabe, como quien busca el deseado abrigo».
«Creo que mis pulsaciones se sincronizan con suspiros tuyos en nebulosas».
«Retorno a la libertad infinita del ser, en el movimiento perpetuo del cosmos».
«Recuerdos palpitan; en la sombra alargan enigmas, secretos y una tenue voz».
«A veces dos intenciones por fin se alinean y no hay baja probabilidad que gane».
«Tejes tus trenzas en lenta urdimbre, trama de galaxias en pausado movimiento».
«Los cardúmenes envidian nuestra sincronía, el tiempo es un río en este universo».
«En equilibrio conviven una bestia y una sinfonía confiriéndole a la vida su dualidad».
«Ahora, en copal se ha transformado tu alegría; tus palabras, en cempasúchil y alhelí».
«Quienes ya se fueron solo existen en los sueños, almas en la irrealidad, voces de lo inconexo».
«Las diosas me enviaron; en mis registros ancestrales conservo partículas de ellas, las atesoro en mi regazo».
«Abuela, ¿cómo debo vivir la vida? “Observa y aprende de los mirasoles, son flores muy sencillas, muy libres; yo te acompañaré en tu intuición”».
«Lodo en mí ha caído; tranquila he de buscar mi esencia; me sirve para moldear la vida, el silencio, la ausencia. Busco en este breve despertar, renacer del fuego, abuelo milenario».