
Himno a Areté, poema de Aristóteles

Varios de los textos de Aristóteles se perdieron a lo largo de los siglos; sin embargo, este poema se ha recuperado de los textos de Diógenes Laercio y es conocido como el Himno a Areté, poema con el cual rindió homenaje a Hermias, tirano de Assos[1].
Oh Virtud, afanosa de conseguir para los mortales,
nobilísima presa de la vida,
por tu hermosura, oh Virgen,
es morir en la Hélade un glorioso destino,
y se toleran crueles, incesantes labores.
Semejante es el fruto que tú grabas en las mentes,
inmortal, preferible al oro,
más querido que los padres
y el blando rayo del sueño.
Por tu causa, el hijo de Zeus, Heracles, y los hijos de Leda,
sufrieron muchos trabajos,
cazando tu poder.
Por el mismo deseo Aquiles
y Áyax marcharon al Hades.
Por el amor de tu hermosura el retoño de Atarneo
dejó viuda a la luz del sol;
por esto sus hazañas serán cantadas, y las inmortales
Musas,
hijas de la Memoria, aumentarán la majestad de Zeus Hospedador,
en homenaje a la firme amistad.
[1] Fuente: Los poemas de Aristóteles de Fernando Báez en: http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/aristopoeta.pdf