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El manga latino, una industria que quiere nacer

El manga latino, una industria que quiere nacer

Sobre el cómic latino

Durante el siglo XX, América Latina gozaba de una sólida industria del cómic. Desde los historietistas argentinos[1] como Oesterheld y Breccia hasta los grandes fenómenos populares en México[2] como Kalimán, Chanoc o Memín Pinguín, el cómic fue durante décadas un medio ampliamente consumido por las masas. Las historietas se vendían en kioscos, puestos de periódicos y tiendas departamentales; se leían en el transporte público, en las casas, oficinas y escuelas. Eran consumidas por todas las clases sociales y edades. Sin embargo, ese esplendor se fue erosionando con la llegada de la televisión, los cambios editoriales, las crisis económicas, el arribo de empresas extranjeras y la falta de políticas culturales que protegieran y promovieran la industria del cómic. La historieta fue relegada a un segundo plano, considerada producto menor, y fue perdiendo presencia en medios, librerías y en el imaginario popular.

En la última década, sin embargo, ha comenzado a gestarse una segunda ola del cómic latinoamericano[3], esta vez empujada por las redes sociales y las plataformas de financiamiento colectivo como Kickstarter, Ko-fi y Patreon. Algunos proyectos destacados que encontraron impulso en este tipo de financiación son: La Cazadora[4], Ecatepunk[5], Curse of El Cucuy[6] y PUNO, a Peruvian Cyberpunk Comic[7].  De igual forma, la tira cómica encontró su nuevo hogar en Instagram, cuyo formato de visualización por carrusel se adapta perfectamente al ritmo de la historieta breve, episódica y viral. Dentro de esta ola, una nueva generación de autores se ha posicionado con fuerza en redes: Elenamics[8], ALWERart[9], Ana Pijamas[10], Pavel Ortega[11], Mi Mundo Alex[12], Meme-micsart[13], Akaru Art[14], entre otros. Cada uno con estilos y temáticas distintas, pero todos compartiendo algo en común: su independencia creativa y la posibilidad de conectar directamente con su audiencia.

Mientras el cómic tradicional se rearma en la era digital, el manga latino, es decir, el cómic de estilo japonés hecho por autores latinoamericanos sigue buscando un lugar claro dentro de esta nueva industria creativa.

Retos del manga latino

Uno de los principales desafíos del manga latino es encontrar una voz propia. Muchas de las historias actuales, especialmente de autores noveles, tienden a imitar temáticas, narrativas y estéticas japonesas sin que se sientan originales. Esto no es necesariamente un defecto, sino una fase natural de aprendizaje en un medio que apenas está desarrollando su propia identidad. Crear manga en América Latina no debería enfrascarse en solo replicar lo japonés. Deberá crecer y apropiarse del lenguaje visual del manga para contar historias propias.

Otro obstáculo es la difusión. La mayoría de las plataformas populares de publicación digital no están hechas pensando en el manga latino. Plataformas como Webtoon, con su formato vertical, privilegian la narrativa coreana por encima de la secuencialidad tradicional del manga. Otras, como MangaPlus Creators (de Shueisha), permiten subir obras en español, pero siguen funcionando bajo criterios comerciales orientados al público japonés o angloparlante. En este panorama, los artistas latinoamericanos deben moverse entre múltiples plataformas, sin que ninguna garantice estabilidad, visibilidad ni monetización real. La falta de un espacio propio genera proyectos discontinuos, obras que no se terminan y talentos que se pierden en el internet.

La carrera por el control del nicho

Frente a esta carencia de infraestructura, han surgido iniciativas tanto empresariales como comunitarias que buscan adueñarse del naciente nicho del manga latinoamericano.

Por un lado, empresas como MangaPlus, Medibang y Webtoon intentan posicionarse como las plataformas dominantes en el mercado hispano. Pero su enfoque sigue siendo global, con algoritmos y modelos de curaduría que no siempre benefician al creador latinoamericano. Por otro lado, existen emprendimientos regionales como Reizu Comics, que apuestan por construir un catálogo propio y generar comunidad a través de concursos, eventos y publicaciones periódicas.

La competencia entre plataformas no es sólo tecnológica o económica, sino también cultural. Está en juego quién definirá qué es un “manga latino” y qué tipo de historias se validarán como parte de esa categoría.

Un género por construir

¿Será el manga latino una simple copia del japonés o logrará consolidarse como un género propio? Bueno, la respuesta dependerá de:

  • Si los artistas se organizan en colectivos de creación y difusión.
  • Si aparecen más plataformas latinoamericanas con modelos sustentables.
  • Si se logra una crítica seria que valore las obras desde lo narrativo, y no solo desde lo estético.
  • Si el público está dispuesto a apostar por historias locales, en vez de limitarse a consumir lo que ya es globalmente exitoso.

Conclusión

El manga latino es todavía una industria en formación. Hay talento, hay público, pero sobre todo hay interés. Lo que falta es una estructura sólida: espacios de formación profesional, festivales dedicados, medios especializados y, sobre todo, plataformas pensadas desde y para Latinoamérica. Más que una copia del manga japonés, el manga latino tiene el potencial de ser un vehículo para contar nuevas historias en un lenguaje visual poderoso y globalmente reconocido. Pero para que eso ocurra, se necesita tiempo, comunidad, crítica y compromiso.

En una región donde el cómic ha sido históricamente potente, el manga latino no es un experimento pasajero: es una industria que quiere nacer.

Notas y referencias

[1] Gociol, J., & Rosemberg, D. (2000). La historieta argentina: una historia. Buenos Aires: Ediciones de la Flor.

[2] Soto, E. (2008). Un paseo por la historieta mexicana. México: Editorial Resistencia.

[3] Hinojosa Lobos, H., Domínguez Jeria, P., & Sánchez Sánchez, J. (2023, 15 de junio). El cómic latinoamericano en escena. [Artículo].

[4] Ayala, E. C. (2022). La Cazadora: The Beginning [Cómic].

[5] Contreras Ayala, E. (2020). Ecatepunk [Cómic].

[6] Curse of El Cucuy Comic #1 (2019). [Cómic].

[7] Vargas, G. (2020). PUNO, a Peruvian Cyberpunk Comic [Cómic].

[8] Perfil de Instagram: Elenamics – @elenamics

[9] Perfil de Instagram: ALWERart – @alwerart

[10] Perfil de Instagram: Ana Pijamas – @ana.pijamas

[11] Perfil de Instagram: Pavel Ortega – @pavelortegacomix

[12] Perfil de Instagram: Mi Mundo Alex – @alextremostudio

[13] Perfil de Instagram: Meme-micsart – @meme_micsart7u7

[14] Perfil de Instagram: Akaru Art – @akaru.art

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About The Author

José Emmanuel Lagunas

José Emmanuel Lagunas (Cuernavaca, Morelos, 1996) es escritor y guionista. Ha publicado las novelas: El hombre del casco, Asechan entre los árboles y Acechan en la oscuridad, así como varios relatos en revistas, como Letras Insomnes y Vórtice. Colaboró con los periódicos La Unión de Morelos y El heraldo del Tepozteco. Participó en las antologías Triskaidecafobia, Llaman a la puerta, Proyecto Rebelión y Navidades Paralelas I, II y III. También escribió el guion del videojuego Gossip and Potions. Además, obtuvo el tercer lugar en la cuarta edición del certamen Creando Futuro.

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