Sobre el autor: Ciudad de México, 1988. Entre el campo y la ciudad; viajero caminante. Desertor de la FFyL, lector obstinado. Escritor necio. … Desperté con un grillo en la mano. Todo estaba igual. Tal vez las cortinas hayan cambiado su…
Cuento nihilista
Después de mucho pensar llegué a la conclusión de que merecía morir. Tranquilo, sediento, con unas ganas terribles por beber un poco de… me da lo mismo, bebería hasta aceite de auto si supiera que embriaga.