Que la bola es un disco.
Que el disco está hueco.
Que lo que comes te está matando.
Pues aquí si no te mata lo que comes te mueres de hambre.
Que las vacunas.
Muchos le temen a las agujas.
Que la tierra está muriendo, el mundo se vuelve un horno y los polos se van a extinguir.
Eso sí puedo verlo.
El hielo en el vaso también se deshace.
Que la economía, la religión, la política, y demás pormenores.
Todo está influido por los astros.
Y por unas piedras, unos cristales y unos aceites.
El incienso, el tabaco y la marihuana arden igual.
Igual que el resto de nosotros.
Que a la gente los controlan los políticos, que los controlan los banqueros judíos, que los controlan los Illuminati, que los controlan los hombres-reptil.
Y a la vez, todos ellos son parte de la granja de hormigas del Todopoderoso.
Nada de eso importa ya.
Incluso cuando la tierra tiemble y se desplace,
Y los océanos nos cubran.
Cualquier catástrofe será poca cosa.
Cuando el sol nos devore.
Eso para mí suena como un cuento para dormir.