Tremulosa y pesada, una tormenta cayó en la selva. Chapoteaba entre incontables raíces cuando sintió rayos solares iluminando su lomo de árboles. Amanecía.
Para emerger totalmente de aquel sedimento, se evaporó y flotó hasta los vientos que viajaban sobre un caudaloso río.
Al final, la disipó una bandada de pelícanos.
Libros publicados por David Enríquez